Anfac ha vuelto al palacio de la Moncloa. El nuevo presidente de Anfac y máximo dirigente de Renault en España, Josep Maria Recasens, ha tomado el relevo de su antecesor y directivo de Seat, Wayne Griffiths, para reanudar la relación deteriorada con Pedro Sánchez y su equipo. En el primer contacto, Recasens ha advertido al presidente del Gobierno de la tormenta que se avecina ante el endurecimiento de las exigencias de la UE sobre emisiones de CO2, que pueden acarrear abultadas multas a los fabricantes.
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Josep María Recasens trasladó a Pedro Sánchez "la voluntad del sector de seguir fomentando la colaboración público-privada en el despliegue de la movilidad eléctrica", según explicó Anfac. Recasens ha evitado las críticas directas y descarnadas a la inoperancia del plan Moves 3 por la demora de hasta dos años en el pago de las ayudas a los compradores de vehículos eléctricos, que quieren sustituir por un nuevo marco fiscal con una subvención en el momento de la adquisición.
El telón de fondo es un retroceso en las ventas de vehículos electrificados que está provocando un descenso en la cuota de mercado, justo lo contrario de lo que se ha planificado y de lo que necesitan los fabricantes. Recasens recordó a Pedro Sánchez la preocupación del sector por el endurecimiento de los objetivos de reducción de emisiones en la UE a partir de 2025, lo que obliga a aumentar el peso de los vehículos electrificados. "De ahí, la conveniencia de adoptar distintas medidas de impulso a la electrificación", destacó la asociación de fabricantes en su resumen de la reunión con Pedro Sánchez.
"Objetivos compartidos"
Tras el portazo que dio Griffiths acusando a Pedro Sánchez de inacción, el Gobierno recibió a la delegación de Anfac, en la que también estaba su director general, José López-Tafall, con predisposición a colaborar con la industria de automoción pero dejando claro que la descarbonización de la movilidad es "un mandato económico y social compartido con la UE".
Tras la reunión, el ministro de Industria, Jordi Hereu, explicó que Anfac y el Gobierno trabajarán “conjuntamente” y en base a “objetivos compartidos” a fin de avanzar hacia el tipo de industria automovilística que ambas partes desean para los próximos “tres, cuatro o cinco años”. Hereu ha insistido en que hay “espíritu de colaboración”, y ha presumido del liderazgo de España en la producción de automóviles. “Estamos invirtiendo muchísimo esfuerzo en la transformación de los motores de combustión a la electrificación de la movilidad”, ha recalcado.
El Ejecutivo recordó que, a finales de junio, presentó un nuevo paquete de apoyo al vehículo eléctrico y conectado por valor de 626 millones de euros. La puesta en marcha de estas nuevas políticas eleva a unos 2.500 millones de euros las ayudas para impulsar la movilidad eléctrica en España.