El Grupo PSA ha lanzado un desafío al mercado. Mientras que las ventas globales del sector bajan, la compañía francesa consiguió en el primer semestre un aumento de su beneficio neto consolidado del 18% al obtener unas ganancias de 2.048 millones y una mejora de su rentabilidad.
Entre enero y junio de 2019, PSA registró 335 millones más de beneficio y un margen de rentabilidad del 8,7% en relación con los ingresos. La facturación de la multinacional ascendió a 38.340 millones en el primer semestre, lo que supone un descenso del 0.7% en relación con el mismo periodo de 2018.
Plan estratégico
El presidente de PSA, Carlos Tavares, ha desvelado el secreto de la mejora a contracorriente de los resultados. "Gracias a nuestro enfoque en la ejecución de nuestro plan estratégico, hemos logrado un flujo de efectivo disponible (Free Cash Flow) y un fuerte beneficio operativo corriente en el primer semestre. Estamos preparados para la electrificación y para afrontar los próximos desafíos tecnológicos. La agilidad y consistencia de nuestro management siguen siendo los activos clave para alcanzar los objetivos del Plan Push to Pass", ha destacado tavares en la presentación de los resultados.
La mejora de ingresos por el mix de productos, con nuevos e importantes lanzamientos, y de los precios permitió incrementos del 2,9% y del 1,3%, respectivamente, que paliaron casi en su totalidad los efectos negativos del tipo de cambio y de los descensos de ventas en algunos países.
Sin embargo, las perspectivas de los principales mercados automovilísticos siguen siendo negativas. PSA prevé bajadas generales de las ventas del 1% en Europa, del 4% en América Latina y de hasta el 7% en China, y una mejora del 3% en Rusia. En ese contexto, PSA espera lograr un beneficio operativo corriente medio por encima del 4,5% para la división de automóvil en el periodo de 2019 a 2021.