Los proveedores de automoción situados en Ucrania han pedido ayuda a los clústeres de la industria del automóvil para reanudar la producción de componentes. La prioridad es recuperar la actividad de ensamblaje de los mazos de cableado, una de las especialidades del país en guerra y cuyas restricciones están poniendo en jaque a los fabricantes de automóviles europeos.
La directora de la asociación de Ucrania, Olga Trofymova, ha propuesto, en un encuentro con clústeres españoles y de otros países fronterizos, que las empresas con sedes o plantas en Rusia las trasladen a la región de Carpathia, cerca de la frontera de Ucrania con Eslovaquia, donde asegura que existe un área industrial adecuada para acogerlas.
Una de las primeras necesidades es, según al directiva ucraniana, "arrancar de nuevo la producción de cables para suministrar a los OEMs europeos para que no haya más paradas”. También pidió que se pueda suministrar a las empresas ucranianas que siguen en marcha y que se han visto desabastecidas de material. Para Trofymova “la European Cluster Collaboration Platform sería una buena solución” aunque admite dificultades en los pagos por parte de las empresas ucranianas.
Los principales afectados por la parada del suministro de cableado tras la invasión de Rusia han sido los fabricantes alemanes, con paradas de producción en Volkswagen, Porsche, BMW y Mercedes que pueden salpicar otras factorías como la de Seat de Martorell.
Apoyo desde España
Los clústeres españoles de la automoción han creado un grupo de trabajo para ayudar a las empresas del sector a mitigar el impacto de la guerra de Ucrania, que está provocando problemas para exportar e importar componentes y que ha incrementado drásticamente el precio de la energía. Para avanzar en la búsqueda de soluciones, estas organizaciones de comunidades como Cataluña, Navarra, La Rioja, la Comunidad Valenciana o Galicia han mantenido una reunión con sus homólogos en Ucrania, Polonia y la República Checa para conocer la situación de primera mano.
Por su parte, el representante del clúster de la República Checa ha destacado los problemas en la cadena de suministro en su país, además del impacto que supone la subida del precio de la energía y los combustibles, mientras que el portavoz de la asociación de Polonia ha hecho notar las dificultades en el transporte. Además, han señalado que muchos trabajadores ucranianos están abandonando sus puestos en las fábricas de automoción para volver a su país a luchar.