La propuesta de la Comisión Europea de prohibir las ventas de coches de gasolina y diésel a partir de 2035 ha encontrado la oposición de la industria automovilística, aunque no ha pillado por sorpresa a las marcas. Bruselas recuerda, en la memoria que acompaña la propuesta legislativa, que cada vez hay más marcas que han anunciado ya por su propia cuenta que solo venderán vehículos eléctricos en los próximos años, incluso antes de 2035.
La Comisión Europea aporta en la memoria explicativa de su propuesta un resumen de los anuncios que han hecho varios fabricantes de automóviles para destacar que el veto propuesto a los motores de combustión tampoco es tan dramático porque algunas marcas abandonarán la gasolina y el diésel antes del año límite planteado por el Ejecutivo comunitario.
"La experiencia muestra que la industria de automoción pudo movilizar importantes inversiones para reducir drásticamente las emisiones de los automóviles como resultado de la aplicación del objetivo más estricto para 2020. Según datos preliminares, la participación de BEV (100% eléctricos) y PHEV (híbridos enchufables) aumentó del 3% en 2019 al 11% en 2020", destaca Bruselas en relación con el potencial del sector para electrizar por completo su oferta en los próximos 14 años.
Final de la gasolina para las marcas
En la lista de las fechas de electrificación de las marcas destaca Volkswagen, cuyo presidente, Herbert Diess, anunció recientemente que el grupo dejaría de vender coches de combustión interna en 2035 excepto en algunos mercados. Audi, la marca 'premium' del grupo alemán, prevé el final de la producción de coches de gasolina y diésel en 2033. En cambio, Porsche se ha comprometido a electrificar toda su oferta (incluyendo los híbridos y 100% eléctricos) a partir de 2030.
Herbert Diess reaccionó al anuncio de Bruselas con una valoración menos crítica que la que hicieron las patronales de fabricantes de Alemania y de Europa. "Es un paquete audaz e impresionante. La dirección básica es la correcta. El ritmo es correcto", aseguró el presidente de Volkswagen en su cuenta de Linkedin. "Volkswagen está comprometida con el Green Deal -asegura Diess-. Lo vemos como una oportunidad. La electrificación del transporte se acelerará una vez más y se verá respaldada por objetivos vinculantes para la infraestructura".
En 2030, explica el presidente de Volkswagen, la cuota de coches eléctricos en las nuevas matriculaciones del grupo en la UE será de alrededor del 60% y en Alemania podría alcanzar el 75%. Sin embargo, Diess considera que la "prohibición por la puerta trasera" de las ventas de coches de combustión a partir de 2035 "ni siquiera era necesaria". "Después de todo, para 2030, la movilidad eléctrica será dominante en todos los Estados miembros de la UE". destaca.
Para sustentar su propuesta legislativa, la Comisión Europea recuerda los compromisos de electrificación de otros fabricantes: Volvo, Jaguar Land Rover, Ford y BMW han anunciado que solo venderán vehículos eléctricos a partir de 2030 y General Motors lo hará en 2035. Los compromisos de otros grupos automovilísticos son menos ambiciosos, como los de Stellantis, que prevé que un 70% de sus ventas sean eléctricos e híbridos enchufables (también vetados por Bruselas) en 2030; Nissan y Renault esperan un 100% de vehículos electrificados (eléctricos, híbridos enchufables y autorrecargables) en 2030; Daimler, hasta un 25% de eléctricos en 2025 y Honda, un 100% de electrificados en 2040.
Reacción de la industria
Bruselas relata en su informe que en las consultas previas realizadas a las partes implicadas en el cambio legal, se registraron "opiniones encontradas" sobre el endurecimiento de la lucha contra el cambio climático y afirma que "la industria mostró cierto apoyo a unos objetivos más estrictos a partir de 2030". "En cuanto al calendario de los objetivos, la industria apoyó el establecimiento de objetivos cada cinco años", indica la Comisión.
"La ambición debe ser empoderar al sector de automoción para continuar y fortalecer su liderazgo en las tecnologías del futuro, especialmente frente a la competencia internacional", asegura la Comisión en el documento que acompaña su propuesta de para reducir las emisiones de CO2 en un 55% en 2035.
La patronal europea de fabricantes (ACEA) y la asociación de la automoción de Alemania (VDA) han criticado el adelanto de la prohibición de la gasolina y el diésel y el olvido de biocombustible como vía alternativa para reducir las emisiones y han advertido del impacto que tendrá el cambio en los empleos del sector. Según Bruselas, la nueva hoja de ruta de la electrificación de los vehículos puede provocar la pérdida de hasta 84.000 puestos de trabajo en la UE en el peor escenario.