El CEO de Porsche, Oliver Blume, que también dirige el grupo Volkswagen, afronta una tormenta que impactará en los resultados, en la rentabilidad y la cotización en bolsa de la marca de coches deportivos premium. La compañía alemana ha anunciado que, además de rebajar sus perspectivas de ventas de modelos eléctricos, que son más rentables, también reducirá sus ventas generales por los problemas de suministro de aluminio de un proveedor.
Los inversores, acostumbrados a unos márgenes elevados de rentabilidad y de dividendos, no han tenido paciencia con Porsche, que sufrió un correctivo en su cotización superior al 6% en algunos momentos de la sesión pero que acabó con un -5%. Desde principio de año, Porsche acumula un retroceso en su cotización de alrededor del 14% este año y de casi el 40% en un año, lo que neutraliza la subida tras la salida a bolsa en 2022.
Oliver Blume, nuevo presidente de Volkswagen / VW
La tormenta empezó el lunes con el primer aviso de Porsche: "La transición a los vehículos eléctricos llevará más tiempo del que suponíamos hace cinco años", indicó la compañía. Además de reconocer la realidad de un mercado eléctrico más lento, supone también enmendar lo que dijo solo unos meses antes Oliver Blume de que se mantenían los planes. Esos planes consistían en que en 2030 se venderían ocho de cada coches eléctricos.
Recorte de producción y rentabilidad
Los problemas de Porsche no acaban ahí, ni mucho menos puesto que a corto plazo ya ha anunciado que tendrá que reducir la producción porque un proveedor estratégico ha sufrido una inundación y ha recortado el suministro de piezas de aluminio. Aunque Porsche no ha identificado de qué proveedor se trata, algunas fuentes apuntan a una planta de aluminio de Constellium ubicada en Suiza.
Porsche prevé unas ventas de entre 39.000 y 40.000 millones de euros frente a la horquilla anterior de entre 40.000 y 42.000 millones. Además, el margen de rentabilidad será de entre el 14% y el 15% para el año 2024 frente al 15% al 17% de la anterior previsión.
Tras desencadenarse la tormenta, Porsche anunció un beneficio neto de 2.153 millones de euros en el primer semestre de 2024, un 22,2% menos, con unas ventas que bajaron un 6,8%. Las entregas de Porsche se redujeron un 6,8 %, hasta 155.945 vehículos, con un fuerte impacto por el desplome del 32,6% de las ventas en China.
