El comité de empresa y la plantilla de Nissan mantienen el pulso contra el cierre de las fábricas de Barcelona con nuevas movilizaciones en un mes decisivo para su futuro. Varias marchas a pie han recorrido este viernes municipios catalanes con centenares de personas que han confluido en la planta de Montcada i Reixac, que se ha convertido en el epicentro de la huelga indefinida.
Ha vuelto a ser una movilización muy ciudadana y muy familiar después de que las protestas se trasladaran la semana pasada a Cantabria en busca de la solidaridad de los colegas de la fábrica de Nissan en esa comunidad. Con el lema de "Nissan somos todos", los empleados de Nissan han animado a sus vecinos a acompañarlos en las caminatas que han recorrido la distancia hasta las puertas de la factoría de Montcada.
Piquete de La Resistance
Allí les esperaba el piquete que hace guardia 24 horas diarias desde el 4 de mayo en la huelga indefinida de un centenar de empleados con el apoyo económico de la caja de resistencia de los 3.000 trabajadores de todas las fábricas de Nissan en Cataluña. Esa huelha ha provocado la paralización de la producción de las últimas unidades pendientes de entregar de la 'pick up' Mercedes Clase X que quedaban pendientes de entregar al grupo Daimler antes de concluir el acuerdo con Nissan.
Dos columnas que han partido de Santa Coloma de Gramenet y de Mollet del Vallès han avanzado recorriendo las poblaciones de Ripollet, Santa Perpetua de Mogoda y La Llagosta antes de confluir en el campamento la Resistance donde tiene su cuartel general el piquete de Montcada.
En ese punto, los miembros del comité de empresa han informado a los manifestantes de cómo evoluciona un mes decisivo al ser el periodo de consultas del ERE que supondrá el despido de 2.525 empleados. Después de un primer intento fallido por parte de la multinacional de empezar la negociación que contó con el plante de los representantes de los trabajadores, la negociación queda ahora en manos de la Generalitat.
Nissan mantiene el ERE
Sobre la mesa se encuentra una propuesta compartida por las Administraciones y el comité para que Nissan pare el contador del ERE y aplace un año el cierre con el fin de permitir una negociación sosegada y a fondo de alternativas industriales para los empleados afectados. La dirección de Nissan se ha negado a parar el ERE pero se ha mostrado abierta a alargar el periodo de consultas ante la constatación de que se necesitará más tiempo para negociar.
La diferencia está también en el contenido de esa negociación, ya que mientras que los sindicatos no quieren hablar de indemnizaciones por despido, la empresa pretende llevar a cabo un cierre ordenado y con los mínimos riesgos legales, por lo que necesita un acuerdo con el comité.
