La plantilla de la fábrica de Nissan de Barcelona ha pasado a la acción. Los trabajadores están hartos de ver cómo la producción va bajando de forma progresiva, algo que interpretan como una muerte lenta. Este martes han dicho basta y han reclamado la asignación de nuevos modelos en la primera movilización de un calendario que irá 'in crescendo' hasta el verano. Y lo han hecho frente al consulado de Japón en Barcelona, un punto sensible para una compañía del país asiático.
Cientos de empleados de Nissan y sus familiares se han concentrado ante las puertas del consulado japonés vigilados de cerca por los Mossos d'Esquadra. El objetivo era trasladar la protesta al cuertel general de Nissan en Yokohama, aunque ahorrándose las 15 horas que se necesitan para recorrer los 10.000 kilómetros de distancia.
"Seguro que les llega la protesta a Japón. Son muy sensibles", decía hace unos días Miguel Ángel Boiza, responsable de CCOO en Nissan. "Todos son mentiras. Vienen aquí a mentirnos", ha criticado durante la concentración, en la que era evidente la indignación de los empleados de la planta de la Zona Franca y de algunos proveedores que han acudido a la protesta, y más después del último recorte de producción anunciado por la multinacional.
Nuevo recorte de producción
Después de perder la producción del modelo Mercedes Clase X, la compañía rebajará también el volumen de fabricación de la furgoneta eléctrica e-NV200, que la empresa la ponía como gran esperanza de la planta. Como consecuencia de esa decisión, se suprimirá el segundo turno en carrocerías y también un turno en el ensamblaje de baterías. Todo ello llevará a la planta de Barcelona a un nivel de producción insostenible inferior al 20% de su capacidad máxima, que es de 200.000 unidades.
Encebezados por una pancarta unitaria de los cuatro sindicatos (Sigen-USOC, CCOO, UGT FICA y CGT), los trabajadores reivindicaban que no van a apagar los errores de planificación de la dirección de Nissan, que ha ido quitando modelos hasta dejar la fábrica en la delicada situación actual. La protesta ha cortado la avenida Diagonal, donde se encuentra el consulado japonés.
UGT FICA ha alertado de que las previsiones de producción anunciadas "incrementan la incertidumbre de los trabajadores ante el futuro de sus puestos de trabajo".
Advertencia de la Generalitat
En las últimas horas, la Generalitat ha pasado de la oferta de ayudas a Nissan para conseguir que se quede en Barcelona a las críticas. El secretario general de Treball, Josep Ginesta, ha pedido a la firma que "genere el máximo de certezas, de claridad y de información porque sus trabajadores, pero también la Generalitat, el Govern y nuestro país, necesitan certezas sobre cuál es el futuro".
Ginesta ha alertado de que "hace meses" que esperan que lleguen más modelos a la planta barcelonesa y que su producción alcance su capacidad máxima. "Están diciendo cosas fuera y cosas aquí, lo están vinculando a muchas decisiones a nivel global, y esto genera incertidumbres", ha avisado, y ha recordado que el futuro de la multinacional japonesa incide tanto en los puestos de trabajo directos como en indirectos del sector de la automoción.