El efecto de la inestabilidad política y de la nueva convocatoria de elecciones se ha podido constatar este miércoles en el cónclave del sector del automóvil en Barcelona. Mientras que los concesionarios y los fabricantes alzaban la voz para reclamar al Gobierno central un plan Renove urgente que incentive la compra de vehículos nuevos, incluidos los de gasolina y diésel, el secretario general de Industria en funciones, Raül Blanco, ha lanzado un jarro de agua fría: "No hay Plan Renove si no hay cuatro ejercicios presupuestarios seguidos".
Así se ha expresado Raül Blanco en su intervención durante el foro de la automoción 'Automobile Talks', organzado por la patronal de automoción de Cataluña (Fecavem) como una autoafirmación del sector frente a las amenazas existentes. Ha llamado a la industria a dialogar y colaborar con la administración y ha puntualizado que el cambio que afronta el sector del automóvil es más grande que la cuestión del 'diésel sí o no': "Estamos en un momento de cambio muy profundo, pasamos de automoción a movilidad. Y en el cambio de modelo negocio".
"Si está cambiando el sector, si estamos pasando de automoción a movilidad, tenemos que ver conjuntamente con el sector qué figuras fiscales son las que tienen que haber en el futuro: pasar de este impuesto a la propiedad, que es el de matriculación, a un impuesto más basado en el uso y la movilidad", ha afirmado. Blanco también ha alertado de que hay un parque con una media de 12 años de antigüedad y que las cifras de ventas de los vehículos de 15 y 20 años se están "disparando" en comparación con años anteriores.
"Basta ya de confundir"
Por esto, y por seguridad vial y para promover la innovación, ha llamado a renovar el parque, aunque ha recordado que esta renovación no puede generar una brecha social: "No puede ser que la movilidad genere una brecha social penalizando mucho más a los coches viejos". Por ese motivo, Blanco es partidario de no descartar ninguna tecnología de propulsión en las posibles ayudas que apruebe el futuro Ejecutivo que surja de las elecciones del 10 de noviembre.
El presidente de la Federación Catalana de Vendedores de Vehículos a Motor (Fecavem) y presidente del Gremio del Motor de Barcelona, Jaume Roura, ha exigido a los políticos respeto al sector, y ha defendido que el motor de combustión tiene un largo recorrido: "Tiene una vida garantizada de 30 años o más". Ha sostenido que quieren aportar realismo y respuestas a las dudas que el actual momento de cambio está formulando, y ha sostenido que ya es hora de dejar de confundir al usuario y de responsabilizar únicamente a la automoción de la contaminación: "¡Basta ya de confundir!".
Ha explicado que la jornada de este miércoles es un síntoma de que el sector no puede callar más, y ha llamado a la industria del automóvil a alzar la voz para que los políticos se den cuenta de sus demandas pero, sobre todo, para el movimiento ecologista "que lo está liando todo". "Tenemos que tener moral, nuestro sector, sin duda, tiene futuro. Las informaciones públicas y publicadas tienen que ajustarse a una realidad, los políticos que gestionen y gobiernen, y que los empresarios y comerciales puedan trabajar", ha defendido.
Una sola ley climática
Roura también ha rechazado el impuesto al CO2 que prevé introducir la Generalitat sobre las emisiones de los vehículos de tracción mecánica, y que se sumará a los de matriculación y circulación: "En el sector estamos verdaderamente en pie de guerra. No podemos permitir más persecución".
El vicepresidente ejecutivo de Anfac, Mario Armero, ha pedido cohesión nacional y unidad de mercado en las medidas estatales para abordar la transformación del sector: "No puede ser que haya diferentes leyes de cambios climáticos".
Una petición que ha suscrito Francisco Pérez Botello, presidente de Volkswagen Group España, que ha planteado un IVA reducido en el vehículo eléctrico, y también ha pedido unidad de mercado en los planes de la calidad de aire: "Debería haber una ley estatal de la calidad de aire con diferentes niveles o tiempos de aplicación de restricciones según la zona".
Para el presidente de la Federación de Concesionarios españoles (Faconauto), Gerardo Pérez, todos los actores del sector coinciden en que la antigüedad del parque automovilístico es el problema: "El gran drama en España es que se venden los mismos coches nuevos que con más de 10 años".