La actualidad de la semana ha estado marcada por la junta de accionistas de Stellantis, en la que se conoció que Wayne Griffiths, expresidente de Seat, es uno de los cinco aspirantes a CEO. Pero también por la movilidad tensionada de Semana Santa, por la venta de FreeNow, de Mercedes y BMW, a Lyft, rival de Uber, y por los movimientos de los fabricantes de vehículos ante los aranceles de Donald Trump. No obstante, la semana se despidió con un mazazo en Viernes Santo, la defunción a los 53 años de Óscar Muñoz, un periodista que relató la transformación de Barcelona y su movilidad y urbanismo y, durante unos años en los que coincidí con él, también de la industria de automoción en una etapa anterior.
Óscar Muñoz se convirtió este Viernes Santo en protagonista de la peor noticia de la semana y lo hizo como era él, con discreción tras luchar una larga guerra contra un cáncer en la que ganó muchas batallas pero no la última. Poco después de comenzar ese combate cara a cara con la enfermedad entablé contacto como colega con Óscar Muñoz, que por unos años dejó la información de Barcelona en La Vanguardia para hacerse cargo del seguimiento, riguroso y concienzudo, de la automoción.
Un periodista que ayudó a periodistas
Lo hizo hasta poco antes de la pandemia, en unos años en los que todavía no había nacido Stellantis aunque PSA (Peugeot-Citroën) estaba dando los primeros pasos en su crecimiento, y en los que Seat preparaba su expansión con la nueva marca Cupra bajo la dirección de Luca de Meo y con Wayne Griffiths como vicepresidente comercial y en los que BMW y Mercedes crearon FreeNow. Ese fue el sector del que informó Óscar siguiendo la actualidad en las fábricas de Martorell y Zona Franca y en los salones del automóvil en los que trabajamos codo con codo.
Asumió el reto de cambiar el foco de sus informaciones, aunque mantenían el trasfondo de la transformación de la movilidad, transmitiendo optimismo, buen humor y cordialidad. Esa forma de ser también marcó su etapa al frente del comité de empresa de La Vanguardia, un periodo que también compartí de cerca con Óscar desde la representación de los trabajadores de El Periódico de Catalunya. La crisis del sector estrechó los lazos entre los dos comités y con otros colegas de la prensa barcelonesa, de la que surgió la iniciativa de Mitjans en Lluita.
Ese "animal de redacción" como se definía a sí mismo, según relatan sus compañeros de La Vanguardia, era también un "animal" del oficio periodístico y al servicio de todos. La marcha de Óscar Muñoz nos deja una profunda huella.