La dirección de Nissan ha confirmado que tiene previsto deslocalizar los modelos que actualmente se fabrican en la planta de Barcelona cuando ejecute el cierre. Se trata de más de 40.000 vehículos anuales de la furgoneta eléctrica e-NV200 y la 'pick up' Navara, que se seguirán vendiendo aunque se producirán en otras factorías que no ha concretado la compañía.
Así lo ha explicado Frank Torres, el nuevo máximo responsable de Nissan en España en sustitución de Genís Alonso, que ha dejado el cargo coincidiendo con el anuncio del cierre de todas las plantas y centros logísticos de Nissan en Cataluña.
"No es una decisión fácil", ha expuesto Torres pero ha aseverado que la multinacional japonesa no tenía más alternativas, y ha indicado que los productos que actualmente se fabrican en Barcelona se continuarán comercializando y se informará de qué planes hay para ellos cuando pase el proceso de consultas.
Ni más modelos ni ayudas
El presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, ha justificado la decisión de cerrar las plantas catalanas ante la falta de viabilidad económica por la baja producción, que estaba situada en un 20% de su capacidad máxima. Sin embargo, ha advertido de que un aumento de la producción con la asignación de nuevos modelos tampoco hubiera hecho sostenible la factoría de Barcelona, dando a entender que sus costes son demasiado elevados.
Estas afirmaciones del directivo contrastan con la situación real de la planta, en la que la compañía no ha utilizado la herramienta que tenía en el último convenio colectivo para contratar a empleados con una rebaja sustancial del sueldo del orden del 40%. A pesar de las promesas que hizo, Nissan no ha incorporado a empleados con esas nuevas condiciones, pero sí que ha ido reduciendo la plantilla. Las últimas salidas se produjeron desde mayo de 2019 con 600 prejubilaciones y bajas incentivadas.
"La conclusión es que no hay un futuro viable para la planta de Barcelona", ha defendido De Ficchy, al tiempo que ha asegurado que desde la compañía han analizado todas las alternativas posibles pero que ninguna servía para dar una solución. El directivo ha agradecido el "apoyo" del Gobierno y la Generalitat de Cataluña para evitar el cierre, con propuestas de respaldo para emprender inversiones en la planta, que ha señalado que se han tenido en cuenta pero no servían para modificar ni mejorar las previsiones de utilización de la planta.
Sunderland gana la partida
Ha señalado que tampoco era suficiente la inversión de 70 millones de euros anunciada hace un año para construir un nuevo taller de pintura, sobre todo, después de la retirada de Mercedes-Benz y la contracción de la demanda de 'pick-up' en Europa: "La ecuación no da un resultado sostenible".
En cambio, Nissan ha asegurado que mantendrá la planta de Sunderland (Reino Unido), a pesar de que está fuera de la Unión Europea y de que los costes laborales son más elevados que los de Barcelona y que su volumen de producción también está sustancialmente por debajo de su capacidad de alrededor de 500.000 coches al año. El primer ministro británico, Boris Johnson, ha dado garantías a Nissan de la concesión de ayudas y de compensaciones en caso de que se impongan aranceles con la UE.
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