Nissan prepara un nuevo Revival Plan para afrontar la delicada situación en la que se encuentra. El fabricante japonés de vehículos planea aplicar medidas para afrontar el desplome del beneficio que incluyen 10.000 despidos en los próximos años y planes de mejora de la eficiencia y la productividad en sus fábricas de fuera de Japón, según han anunciado varios medios de comunicación del país asiático.
El grupo Nissan tiene intención de desprenderse de unos 10.000 empleados en los próximos años, más del doble de los 4.800 que inicialmente había anunciado. La agencia local de noticias Kyodo y la cadena pública de televisión NHK, citando fuentes de la empresa y de la industria, informaron de que estos planes buscan mejorar la eficacia de su fuerza laboral.
Caída de beneficio y de ventas
Nissan tiene empleadas unas 139.000 personas en todo el mundo. En mayo pasado anunció su intención de desprenderse de unos 4.800 trabajadores. Se espera que el recorte en la plantilla de 10.000 empleos de Nissan sea anunciado este jueves, cuando el grupo dará a conocer los resultados del trimestre cerrado en junio pasado, el primero de su ejercicio fiscal.
En su ejercicio fiscal de 2018, finalizado en marzo pasado, Nissan anunció una reducción anual del 57,3 % en sus beneficios y de un 3,2 % en sus ingresos. Las ventas en Estados Unidos cayeron un 9,3 % y las de Europa, excluyendo Rusia, bajaron un 17,8 %.
El clima corporativo de la firma se ha visto afectado por el arresto de quien era su presidente, Carlos Ghosn, el 19 de noviembre pasado, por supuestas irregularidades financieras.
Barcelona y Sunderland, pendientes
Las mismas fuentes citadas por los medios japoneses apuntan que Nissan también planea una revisión para mejorar la eficiencia de producción en plantas en el extranjero. Nissan está sufriendo las consecuencias del descenso de la producción tanto en su megaplanta de Sunderland, pendiente del desenlace del brexit, y especialmente en la de Barcelona, que acaba de poner en marcha un recorte de plantilla de 600 empleados.
Además de la caída de las ventas y de producción, Nissan todavía está lidiando con las consecuencias de la reputación del arresto del expresidente Carlos Ghosn. Ese escándalo ha requerido que el fabricante de automóviles también reconstruya su sistema de gobierno corporativo y que desembolse provisiones para hacer frente a las denuncias presentadas por la justicia contra la propia compañía. Asimismo, persisten las diferenicas entre Nissan y su socio y principal accionista, Renault.