La llegada a Europa de nuevas marcas chinas de coches eléctricos continuará en septiembre con NIO, una de las empresas emergentes en la movilidad electrificada. NIO tiene previsto impulsar las ventas de sus modelos fabricados en China con la creación de una red de estaciones de intercambio de baterías con componentes producidos en un centro situado en Pest (Hungría), que se convertirá en su base de operaciones para el desembarco en Europa después de una prueba piloto limitada a Noruega.
La factoría húngara se convertirá en la primera de NIO fuera de China y forma parte de su plan de expansión en mercados con un rápido desarrollo de los modelos eléctricos. La planta de Pest desarrollará y fabricará productos de energía como estaciones de intercambio de baterías para los usuarios europeos, según explicó NIO en un comunicado.
El modelo de negocio y la oferta diferencial de NIO se caracterizan por sus modelos eléctricos de gama media-alta y, especialmente, por ofrecer el servicio para reemplazar una batería sin carga por otra llena de energía eléctrica. El intercambio de la batería, situada en el suelo del coche, se lleva a cabo de forma automatizada en tan solo unos minutos, ta como pudo explicaron algunos usuarios de China a Coche Global.
Acuerdo con Shell
Los países prioritarios para NIO son Alemania, los Países Bajos, Suecia y Dinamarca, a los que espera legar e inciar sus operaciones en la segunda mitad de este año. Su estrategia también incluye un acuerdo con el gigante petrolero Shell para construir estaciones de intercambio de baterías en todo el mundo, comenzando con China y Europa este año.
La compañía espera contar con una red de 4.000 estaciones de intercambio de baterías en todo el mundo, una cuarta parte de ellas fuera de China.