Michelin cierra el primer semestre con un incremento de ventas del 5,9% y del 11,4% de sus resultados operativos con un cash flow, antes de las adquisiciones, de 922 millones de euros. La buena evolución del negocio, impulsada por la recuperación de la producción y las ventas de vehículos, ha llevado al fabricante francés de neumáticos a revisar al alza sus previsiones para todo el ejercicio.
La compañía, que tiene cuatro factorías en España (Lasarte, Vitoria, Aranda de Duero y Valladolid) además de un centro de investigación en Almería, prevé ahora cerrar 2023 con un resultado operativo, a tipos de cambio constantes, superior a los 3.400 millones de euros (frente a 3.200 millones en la previsión anterior) y un cash flow de más de 2.000 millones (1.600 millones antes).
En los seis primeros meses de este año, las ventas aumentaron un 5,9% hasta los 14.100 millones de euros, por la política de precios dinámica y el crecimiento de las ventas de productos diferentes a los neumáticos que aumentaron un 17%, a tipos de cambio constantes.
Bajan las ventas de neumáticos
Las ventas de neumáticos cayeron un 3,7%, reflejando las tendencias del mercado y la prioridad dada por el grupo a los segmentos de mayor valor añadido. El efecto cambio fue negativo en un 1% por la caída de la mayoría de las divisas frente al euro.
El resultado operativo ascendió en el primer semestre a 1.614 millones de euros, un 11,4% más porque el crecimiento de los segmentos de alto valor añadido compensó la inflación en costes y los menores volúmenes de ventas. El cash flow de 922 millones de euros se consiguió con una gestión muy rigurosa. El Ebitda (beneficio bruto de explotación antes de gastos financieros) ascendió en el primer semestre a 2.600 millones de euros, un 8,3% más que hace un año. La gestión de stocks y una recuperación de la tesorería a partir del cuarto trimestre de 2022 ha beneficiado la liquidez de la compañía.