Los datos de las ventas de coches de mayo, que subieron un 14%, tienen dos caras. La más presentable para el sector es que el plan Pive 8 ha aportado gasolina al mercado. La otra es que ha habido un aumento sensible de las automatriculaciones, una práctica de marcas y concesionarios para inflar las ventas de forma artificial y arriesgada.
Mayo fue un mes atípico con la mayor parte de los días sin ayudas disponibles a la espera de que se aprobara por parte del Consejo de Ministros y se pusiera en marcha con una rebaja de la cuantía hasta 1.500 euros. A pesar del acelerón en los últimos días de mayo, el mes cerró con un aumento de las matriculaciones a nombre de clientes particulares del 6%, muy por debajo de las cifras anteriores. La clave de la mejora del mercado en un 14% es el incremento de casi el 38% de las ventas de coches a empresas.
Es cierto que la tendencia de los últimos meses es de mejora por la renovación de la flotas de renting, pero la Asociación de Importadores (Aniacam) matiza que algunas marcas y concesionarios han vuelto a las andadas con la compra a su nombre de coches para llegar a los objetivos marcados que a continuación son puestos a la venta como vehículos seminuevos con un descuento superior al 20%. "Las ventas a empresas son las que más han crecido en este mes y ello es debido al crecimiento de la economía y la mayor confianza que se tiene en el mercado pero también se está cayendo en la presión de las marcas para hacer auto matriculaciones pues los dos últimos días del mes se realizaron el 30% de las matriculaciones en este segmento", indica Aniacam.
El Pive 8, más restrictivo
El resto de asociaciones del sector no mencionan las automatriculaciones, una práctica que se había reducido drásticamente en los últimos años. La euforia mostrada en relación con el efecto inmediato del Pive 8 deberá ser contrastada en junio, cuando se compruebe qué impacto tiene la reducción de la subvención y el endurecimiento de la exigencia sobre el coche viejo, que tiene que tener la ITV en vigor y una titularidad mínima de un año.