En la próxima reunión del consejo de supervisión del Grupo Volkswagen (el equivalente al consejo de administración en España), que tiene lugar en mayo habrá un nuevo miembro. Se trata de Matías Carnero, presidente del comité de empresa de Seat y dirigente de UGT, que se ha convertido ya oficialmente en el primer español en entrar en la cúpula de Volkswagen donde se decide la estrategia del grupo alemán. "Seat tendrá voz en el consejo de Volkswagen", explica.
Matías Carnero, trabajador de Seat desde 1987, ha entrado en el máximo órgano de dirección del Grupo Volkswagen a propuesta del sindicato IG Metall y formará parte de los 10 miembros de la parte social frente a los otros 10 de los principales accionistas, entre ellos las familias Porsche y Piëch. El modelo de la cogestión de las grandes compañías históricas alemanas ha propiciado que a partir de ahora también se hable español en el consejo de Volkswagen por primera vez.
Coche eléctrico para Cupra y Seat
"IG Metall me propuso hace tres meses estar en el consejo de Volkswagen en representación de la única marca de fuera de Alemania y nos puede brindar a Seat la oportunidad de tener voz en el consejo de Volkswagen en estos momentos tan convulsos para Seat", asegura el dirigente sindical en una entrevista con Coche Global después de la confirmación de su nombramiento.
En el momento en el que se discuta sobre los planes para Seat, el nuevo miembro español del consejo de Volkswagen defenderá su visión sobre la estrategia de electrificación. "Tiene que haber un coche eléctrico de Seat (y no solo para Cupra). El volumen que se puede perder no se lo llevaría otra marca del grupo. Tenemos que equilibrar las dos marcas: Cupa, que dará más rentabilidad operativa, y Seat, que dará más volumen y empleo por ser más generalista".
"Para mí es un orgullo como trabajador y sindicalista de Seat el reconocimiento que se hace al trabajo realizado por la plantilla", afirma Matías Carnero, que extiende el reconocimiento al sindicato CCOO y a su responsable en Seat, Rafa Guerrero. "UGT y CCOO participamos en los comités europeos unidos a la hora de la estrategia en lo que denominamos los temas de estado como el empleo y las producciones", destaca.
Defensa de 650.000 trabajadores
En su nueva faceta como consejero del Grupo Volkswagen, el sindicalista español tendrá que compaginar la defensa de los intereses de todos los trabajadores de la multinacional con los de los 15.000 de Seat. "Uno no va allí como como Matías Carnero -asegura-, evidentemente uno va en representación de IG Metall, que representa a casi 650.000 trabajadores y trabajadoras a nivel mundial y aquí lo que se tiene que discutir son los intereses tanto de los accionistas como de los trabajadores y de controlar que se cumplan la parte del capital pero también la parte de los trabajadores y las decisiones son estratégicas a nivel mundial y para más de 650.000 trabajadores. Si hay cuestiones de Seat sabré en todo momento cuál será el impacto y las intenciones".
"Culturalmente esto en Alemania es muy normal y natural pero en España la cosa cambia porque las leyes así lo deciden. Mi intención ahora es utilizar la cogestión para la toma de decisiones y velar por los intereses de casi cerca de 650.000 personas que trabajan en el grupo, entre ellos nosotros en Seat. En este momento que Seat está atravesando esas discusiones sobre las marcas Cupra y Seat, tendremos que ver si se tratan en las reuniones", explica Matías Carnero.
Participación del Gobierno
Pone como ejemplo del poder y del papel del consejo de supervisión una de sus últimas decisiones, que consistió en bloquear una nueva fábrica que la dirección de Volkswagen quería abrir en Turquía. "No tenía sentido cuando las plantas de Europa no están saturadas y porque es un país en el que no se respetan los derechos humanos", indica.
Carnero es un defensor de las ventajas del modelo alemán de la cogestión y, en general, de la necesidad de que las administraciones tengan presencia en los consejos de administración de los fabricantes de automoción. "A Pedro Sánchez le puse el ejemplo cuando vino a Martorell de Volkswagen o Renault. En esas empresa están las administraciones para controlar el dinero público que van a dar", afirma el dirigente sindical de Seat, que defiende importar en España lo que ya hacen los Gobiernos de Alemania y Francia. La nueva planta de baterías en la que participan Seat y el Ejecutivo puede ser una oportunidad para ello.
