Los principales fabricantes chinos de vehículos eléctricos, BYD, Geely y SAIC, han presentado denuncias ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) contra los aranceles suplementarios impuestos por Bruselas a sus importaciones. Según la Comisión Europea, estas medidas se justifican por los subsidios "ilegales" que las empresas reciben en China, pero las marcas afectadas las consideran discriminatorias y contrarias a las normas comerciales internacionales.
Bruselas se prepara para defender su decisión
El portavoz de Comercio de la Comisión Europea, Olof Gill, ha señalado que el Ejecutivo comunitario está preparado para enfrentar el caso en los tribunales. “Somos un club basado en normas aquí en la UE. Si la gente quiere llevarnos a los tribunales, pueden hacerlo”, afirmó durante una rueda de prensa.
La Comisión dispone de dos meses y diez días para preparar su defensa, que, según Gill, se basará en la investigación "ampliamente preparada y basada en hechos" que motivó la imposición de los aranceles.
Las medidas de Bruselas y la reacción china
Desde el pasado 29 de octubre, la Unión Europea aplica aranceles que oscilan entre el 17% y el 35,3% a los vehículos eléctricos importados de China. Estas tasas, que tienen una duración máxima de cinco años, afectan a marcas como MG, Maxus y BYD, y se justifican, según Bruselas, en las ayudas estatales que permiten a los fabricantes chinos ofrecer precios que distorsionan el mercado europeo.
En respuesta, China ha lanzado investigaciones antidumping sobre productos europeos como lácteos, carne de cerdo y brandy, lo que aumenta la tensión comercial entre ambas regiones.
Diálogo en curso entre la UE y China
Pese al conflicto, las negociaciones entre ambas partes continúan. El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, se reunió recientemente con el embajador chino en la UE, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa, mantuvo una conversación telefónica con el presidente Xi Jinping. Durante la llamada, Costa subrayó la necesidad de garantizar igualdad de condiciones para las empresas europeas y equilibrar las relaciones comerciales.
Por su parte, Xi Jinping abogó por una resolución “mutuamente beneficiosa” de la disputa, destacando que la cooperación debería primar sobre la competencia.
Reacciones de las marcas chinas
Las empresas denunciantes consideran que los aranceles impuestos por Bruselas constituyen una barrera proteccionista que dificulta su acceso al mercado europeo, uno de los más importantes para sus planes de expansión global. "La decisión de la UE ignora los principios de equidad y perjudica a los consumidores europeos, que ahora tendrán menos opciones de vehículos eléctricos a precios competitivos", señaló un portavoz de BYD.
La industria automovilística europea enfrenta una creciente competencia de las marcas chinas, que han consolidado su liderazgo en la producción de vehículos eléctricos a precios competitivos. En este contexto, los aranceles podrían ralentizar la llegada de nuevos modelos al mercado europeo, lo que, según algunos analistas, podría afectar la transición hacia la movilidad eléctrica en la región.