El proveedor del automóvil canadiense Magna ganó 540 millones de euros en el segundo trimestre, un 14,2%, gracias a la mejora de la producción en Europa. Sin embargo, el gigante canadiense ha rebajado sus previsiones para todo el ejercicio debido al impacto de la guerra comercial y a la evolución de las divisas. En el conjunto del primer semestre de 2018, Magna International registró un beneficio neto de 1.286 millones de dólares (unos 1.110 millones de euros), lo que supone una mejora del 14,3%. Los ingresos del grupo se incrementaron hasta llegar a 21.072 millones de dólares, un 16,8% más que en 2017.
Magna cuenta con cuatro centro de producción y 1.050 empleados
La evolución positiva de Magna se debió a un aumento del 4% de la actividad en Europa que compensó el descenso del 1% de sus actividades en Norteamérica. El grupo canadiense, con sede en Aurora (Ontario), cuenta en España con cuatro centros productivos en los trabajan 1.050 empleados. A pesar de los buenos resultados conseguidos en la primera mitad del año, Magna ha revisado a la baja la previsión para todo el año. Magna International prevé un beneficio neto en una franja de 2.300 a 2.500 millones en lugar de la anterior de 2.400 a 2.600.
Los motivos de esta revisión a la baja son los efectos de los aranceles por la guerra comercial iniciada por Donald Trump y la evolución del tipo de cambio del dólar, explica la empresa en un comunicado. Magna International fabrica componentes para automoción, entre los que destacan chapa, chasis, motores, alumbrado y asientos y también lleva a cabo el ensamblaje de algunos modelos por encargo de las marcas.
