Año 2025, los fabricantes se enfrentan a una nueva vuelta de tuerca para cumplir con las normas de emisiones de CO2, según las cuales las emisiones medias de los vehículos vendidos en Europa deben alcanzar los 93,6 g/km de CO2 para los turismos. Y este objetivo, sin una aportación del 20% de eléctricos, será imposible. ¿Consecuencia? Multas.
Ya lo vivimos a finales de 2020, donde los fabricantes hicieron encajes de bolillos para evitar multas de 95 euros por gramo de más frente a lo estipulado y multiplicado por todas las ventas continentales de cada marca. Muchos tuvieron que recurrir a automatriculaciones de coche coches eléctricos que luego costó sacar al mercado -km0- y penalizó ventas del arranque del ejercicio 2021. Ahora, fase 2 con una reducción del 15 por ciento frente a 2021 y con multas con la misma cuantía -95€/g- camino de ese listón de 93,6 g/km de media para los turismos.
Luca de Meo, presidente del Grupo Renault y de ACEA, en una reciente entrevista con medios paneuropeos, incidía en que “las normas actuales ya son extremadamente estrictas y costosas". De Meo subrayó la necesidad de flexibilidad y agilidad, destacando que el mercado europeo se encuentra en una situación delicada, con solo un 12,5% de las ventas de vehículos en el primer semestre de 2024 siendo eléctricos -en España estamos entre el 4-5%-, muy por debajo del objetivo del 20% para 2025, mix a partir del cual salen las cuentas para evitar multas.
Importe de las multas
Los fabricantes se enfrentan a multas significativas si no cumplen con estos objetivos. Se estima que las multas podrían superar el año próximo los 10.000 millones de euros si las tendencias actuales continúan, según De Meo. Otros analistas menos optimistas ven la cuantía posible en 13.000 millones de euros, sin contabilizar los utilitarios (objetivo 153,9 g/km CO2 que obligaría a un 10% de BEV en esta tipología de vehículos), cuyos objetivos de emisiones también son difíciles de alcanzar.
Jean-Philippe Imparato, director general de Alfa Romeo y de la unidad de vehículos utilitarios de Stellantis, expresó preocupaciones similares. En otro encuentro con periodistas, Imparato advirtió que los fabricantes deberán duplicar o triplicar su mix de vehículos eléctricos para evitar multas. Destacó que la cuota actual de vehículos eléctricos en el mercado es insuficiente y que aumentar esta cuota requerirá sacrificios significativos.
"Si no tienes el 20% de tu mix en vehículos eléctricos, pagas la factura", afirmó Imparato, subrayando la gravedad del desafío. Y enfatizó en que “si no vendo eléctricos, no produzco térmicos" dando por hecho que la reducción de producción térmica o la compra de créditos serán inevitables para cumplir con las normativas. Recordemos que esos 93,6 g/km son la media pero cada marca, o conjuntos de marcas asociadas tienen su propio límite. Ejemplos: VW-SAIC, 94,7 gramos; Tesla-JLR-Honda, 89,3; Renault-Nissan-Mitsubishi, 97,6; Stellantis, 98...
¿Menos producción de térmicos?
Los fabricantes están considerando varias estrategias para cumplir con los objetivos, incluyendo la posibilidad de reducir la producción de vehículos térmicos. De Meo sugirió que una caída en el volumen total de vehículos podría aumentar la participación de los eléctricos en las ventas totales, dejando caer hasta la hipótesis de dejar de vender dos millones de unidades híbridas a nivel continental por parte de todos los fabricantes para evitar multas.
Pero también De Meo, presidente de ACEA, recordó que “incluso si imaginamos vender 15 millones de coches eléctricos en diez años, el parque europeo tendrá entonces 280 millones de unidades. Por lo tanto, es clave, primero facilitar que los consumidores puedan renovar su coche. En 2035 no habrá todavía suficientes vehículos eléctricos para impactar realmente en la descarbonización. Deberíamos impulsar el híbrido enchufable, como están haciendo los chinos; no se puede apostar todo a un solo color”.
