El parón de las actividades sociales y económicas que impulsan las administraciones para frenar el avance del coronavirus empieza a tener consecuencias importantes en rescisiones y suspensiones de contratos. Pero la situación de emergencia médica declarada por el Gobierno requiere medidas laborales como los ERTE exprés a las que se ha comprometido Pedro Sánchez con las patronales y los sindicatos.
Las claves son una tramitación más ágil y que permitan aplicar las regulaciones de empleo temporales con efectos retroactivos en lugar de los procesos de negocaición y tramitación habituales de un ERTE, que superan los 15 días. El objetivo final es proteger los empleos para evitar despidos y, al mismo tiempo, sin merma en las prestaciones por desempleo de los trabajadores afectados por estas medidas. Para ello será imprescindible la reposición de los días de paro consumidos por los trabajadores en situación de inactividad, es decir, que se ponga el contador a cero.
El Gobierno se ha comprometido con patronal y sindicatos a facilitar suspensiones temporales de contrato a través de expedientes de regulación de empleo (ERTE), así como a compensar a trabajadores afectados por ellos o que tengan que reducir su jornada ante el avance del covid-19.
ERTE por causa mayor
Tras una reunión celebrada de forma telemática entre el presidente de la patronal, Antonio Garamendi, el de Cepyme, Gerardo Cuerva, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, y el de CCOO, Unai Sordo, con el presidente Pedro Sánchez y buena parte del Gobierno, los agentes sociales han urgido a aprobar medidas laborales para mitigar el impacto en las empresas y evitar la destrucción de empleo.
En posteriores declaraciones a los medios, Garamendi y Cuerva han apuntado que el Ejecutivo se ha comprometido a agilizar una nueva legislación más específica para los ERTE y ha coincidido en que esta medida es "clave para el mantenimiento de las empresas, especialmente de las pymes (pequeñas y medianas empresas)".
"Esto es lo que hemos pedido con urgencia que se trabaje", ha dicho Garamendi, tras incidir en que la medida debe implementarse legalmente y podría tener efectos retroactivos. Ambos han valorado el "automatismo" que se generaría con la aplicación de estos ERTE por causa mayor, aunque han recalcado que tanto esta medida como otras pactadas con los sindicatos serían "extraordinarias y temporales".
Medidas para los trabajadores
El líder de CCOO, Unai Sordo, ha reconocido que la "absoluta prioridad" era reforzar la situación sanitaria y que las partidas anunciadas este jueves están más dirigidas a las empresas, a aplazar sus pagos y dotarlas de liquidez. "Queremos que las medidas afecten cuanto antes a la clase trabajadora de este país", ha apuntado Sordo, que ha señalado la disposición del Gobierno de aprobar las consensuadas por los agentes sociales y en las que se está trabajando y cuantificando.
El líder de UGT, Pepe Álvarez, ha coincidido con Sordo en realizar un balance positivo de las medidas adoptadas por el Gobierno, en un primer momento, para dar respuesta a la emergencia de salud, si bien ha insistido en priorizar ahora necesidades de carácter económico.
Por ello, ha confiado en que en el próximo Consejo de Ministros o "cuanto antes, mejor", se apruebe un paquete de medidas destinadas a paliar los efectos que tiene esta crisis sobre los trabajadores en línea con las propuestas consensuadas por los agentes sociales. Entre ellas, está un fondo de ayuda extraordinario para la Seguridad Social, para que pueda hacer frente a las diferentes medidas que se aprueben por el impacto de la expansión del coronavirus en los trabajadores, así como facilitar los ERTE.
También piden que los trabajadores afectados por estas suspensiones de contrato no se les requiera periodo de carencia para acceder a la prestación por desempleo y que, después, se les ponga el "contador a cero" de cara a una futura situación de paro.