La industria del motor se encuentra en medio de una transformación histórica. Lo que antes era una cadena de montaje tradicional ha dado paso a un ecosistema de movilidad que avanza hacia una nueva era: la de la sostenibilidad, la conectividad y la digitalización. Este cambio no solo afecta a los procesos productivos, sino también a las habilidades y conocimientos necesarios para hacer frente a los nuevos desafíos. En este contexto, las empresas de la industria del motor se enfrentan a un reto sin precedentes: encontrar talento que se adapte a un mercado en constante evolución, impulsado por la robotización, la Inteligencia Artificial y los sistemas de conducción autónoma.
Consulta la revista del Barómetro Auto Mobility Trends en este enlace
Según una encuesta realizada por el Clúster de la Industria de la Automoción de Cataluña a sus socios, las especialidades más demandadas son la ingeniería mecánica, la mecatrónica y la robótica, así como los ciclos formativos de grado superior en áreas como electromecánica, automoción y mantenimiento de vehículos eléctricos.
Además, las empresas también buscan profesionales que se especialicen en áreas tecnológicas avanzadas, como los sistemas de ayuda a la conducción, los protocolos de comunicación de vehículos (como el bus CAN), CFGS mecatrónica, ingeniería mecánica y el desarrollo de software. De hecho, este tipo de perfiles cuentan con los salarios más competitivos dentro de la industria. A pesar de ello y de la creciente demanda, sigue existiendo una escasez de estos perfiles especializados, lo que complica aún más el proceso de búsqueda de talento.
La competencia por el talento: una carrera contrarreloj
Un factor que hace aún más complejo este panorama es que, en el sector de la automoción, el perfil del profesional buscado está en constante evolución. Las competencias que hace unos años eran fundamentales están siendo rápidamente reemplazadas por otras más orientadas a la tecnología y la digitalización.
Al igual que ocurre en otras industrias tecnológicas, la alta demanda de expertos en áreas como la conducción autónoma, la electrificación y la movilidad sostenible ha generado una feroz lucha por atraer y retener a los mejores talentos. Esto ha obligado a las empresas a reinventar su enfoque de selección, implementando nuevas estrategias y plataformas para conectar con los jóvenes profesionales.
Una de las iniciativas más destacadas que ha surgido en Cataluña para hacer frente a este reto es la plataforma de talento del Clúster de la Industria de la Automoción, una herramienta diseñada para facilitar el encuentro entre empresas y talento emergente. A través de esta plataforma, las empresas tienen la oportunidad de acceder a una base de datos de profesionales con las habilidades que requieren, mientras que los jóvenes talentos pueden encontrar oportunidades de formación y empleo dentro del sector.
Actualmente, son más de 2.000 perfiles de estudiantes, con sus CV, los que están activos en la plataforma y participan en los diferentes proyectos. De hecho, este 2024, se ha batido el récord de participación con más de 160 proyectos que dan respuesta a los retos propuestos por las empresas. Estos trabajos son, además, evaluados por un jurado de expertos y premiados en los CIAC Talent Awards.
Estos premios se celebran de forma anual en uno de los eventos más importantes de este ecosistema, el Automotive Talent Show, organizado por el mismo CIAC. Este evento, que este año ha celebrado su cuarta edición, supone el único punto de encuentro entre estudiantes y empresas donde los jóvenes talentos pueden conectar directamente con las principales empresas del sector y acceder a las oportunidades laborales que más se ajustan a su perfil. Durante el evento, que este año se ha abierto al público nacional, empresas y candidatos tienen la posibilidad de conocerse, en las speed interviews, lo que facilita la identificación de las mejores combinaciones entre oferta y demanda de talento.
El camino hacia el futuro: adaptación, colaboración y oportunidades
En este contexto, es fundamental que las empresas del sector, junto con instituciones educativas y plataformas de formación, trabajen de manera conjunta para adaptar la oferta educativa a las necesidades reales del mercado.
El futuro de la industria de la automoción no está únicamente en la innovación tecnológica, sino en las personas que son capaces de hacerla realidad. Por eso, debemos seguir eliminando las barreras que dificultan el acceso al talento y facilitar la conexión directa entre las empresas y los jóvenes profesionales que pueden aportar nuevas ideas y perspectivas. Solo así conseguiremos asegurar un futuro de éxito para la industria y para las generaciones de profesionales que formarán parte de ella.