El nuevo presidente de Anfac, Josep Maria Recasens, ha iniciado su mandato situando algunos objetivos para la industria de automoción española. El directivo del grupo Renault ha mostrado su ambición de transformar el país, el segundo productor europeo de vehículos, para convertirlo en una "potencia tecnológica".
Recasens ha obtenido el apoyo mediante la ratificación de su candidatura, la única presentada, a presidir Anfac durante los próximos dos años. Según explica la patronal, el nombramiento de Recasens ha sido ratificado en una sesión extraordinaria "por todos los miembros" de la junta directiva y de la asamblea general de la entidad, que agrupa a unas 60 marcas de vehículos. Algunas de esas marcas no asistieron pero delegaron su voto. Wayne Griffiths, presidente de Seat, ha dado el relevo al frente de Anfac a Josep Maria Recasens.
De fabricante a potencia tecnológica
“Tenemos que dejar de ser un mero fabricante para convertirnos en una potencia tecnológica”, ha firmado el presidente director general de Renault Iberia, que también es director de Estrategia de Renault Group y director de operaciones de Ampere, la división de vehículos eléctricos de la marca francesa.
Recasens considera que España tiene todos los ingredientes para ser una potencia tecnológica europea por la evolución del ecosistema tecnológico español en los últimos 10 años y porque la histórica desventaja competitiva con los países del Este está desapareciendo por la equiparación del coste de la mano de obra y energético. Además, el potente tejido industrial de proveedores también ayudará a lograr esa transformación.
Para el nuevo presidente de Anfac, España se juega el futuro tecnológico e industrial en los próximos cinco años, por lo que ha instado a lograr una movilización conjunta de la Administración junto al sector para que el automóvil sea el impulsor de la innovación y la tecnología para la modernización industrial.
Necesidad de transformación
Josep María Recasens ha destacado la importancia de la automoción como pieza fundamental de la economía española y apostó, en su intervención ante las marcas de Anfac, por que el sector aproveche el vehículo eléctrico para una nueva reindustrialización del automóvil en España. "Tenemos que conseguir que el vehículo eléctrico -dijo- se convierta en un medio de generación de valor y tecnología para este país. Y, además, lo tenemos que hacer rápido porque sino perderemos el tren y otros países ocuparán este espacio".
Tras ceder el timón de Anfac, Wayne Griffiths ha destacado que Josep Maria Recasens, al que conoce por la anterior etapa en Seat, "es un directivo excelente para liderar la nueva etapa de Anfac". "Josep Maria cuenta con todo mi apoyo para impulsar el mercado español y transformar la industria hacia la electrificación, como hemos hecho en los últimos dos años y medio", ha indicado Griffiths en relación con la gran asignatura pendiente de la automoción en España.
Recasens hereda esa necesidad de acelerar la electrificación en España, para lo que reiteró las peticiones que hizo Griffiths y que le llevaron a dimitir ante la inacción del Gobierno: hay que hacer más atractivas las ayudas a la compra de los vehículos eléctricos y potenciar la instalación de los puntos de recarga.
