El presidente de Stellantis, John Elkann, compareció ante la Cámara de Diputados y el Senado de Italia, en una audiencia crucial para el futuro del grupo automovilístico en el país. La comparecencia tuvo tintes de examen tras las tensiones entre Italia y Stellantis, el grupo en el que se integran marcas como Fiat, Alfa Romeo, Lancia y Maserati. Con un tono de firmeza y responsabilidad, Elkann aseguró que Italia sigue teniendo un papel central en los planes de Stellantis, pero advirtió que 2025 será un año desafiante para el sector debido a la contracción del mercado en los primeros meses del año.
Un 2025 difícil, pero con mejora en 2026
"2025 será otro año difícil. El mercado italiano, durante los dos primeros meses, se ha contraído un 7% en relación al mismo período del año anterior", afirmó Elkann ante los parlamentarios. No obstante, el empresario adelantó que Stellantis prevé una reactivación de la producción a partir de 2026, con el lanzamiento de diez nuevas actualizaciones de modelos fabricados en Italia.
#Stellantis. Nelle immagini di #Senato TV l’incontro di oggi tra il Presidente del Senato @Ignazio_LaRussa e il Presidente @Stellantis John #Elkann a Palazzo Madama pic.twitter.com/Ku49C5Yulj
— Senato Repubblica (@SenatoStampa) March 19, 2025
Elkann destacó que la estrategia de la compañía dependerá de factores como la demanda del mercado y la política arancelaria de Estados Unidos. Para 2025, Stellantis ha proyectado inversiones de 2.000 millones de euros en sus plantas italianas, además de compras por valor de 6.000 millones a proveedores locales, reafirmando su compromiso con la economía nacional.
Elkann repasó la trayectoria de Fiat y su evolución hacia Stellantis, subrayando la contribución histórica del grupo a la economía italiana. Destacó que, desde 2004 hasta 2023, Stellantis ha producido 16,7 millones de vehículos en Italia, generando un impacto económico de 700.000 millones de euros. "Italia y Fiat, hoy Stellantis, han crecido juntas", aseguró.
La fusión con Peugeot en 2021 consolidó a Stellantis como el cuarto mayor fabricante de automóviles del mundo, con una facturación de 157.000 millones de euros. Elkann resaltó que, pese a la reducción del mercado interno en un 30% en las últimas dos décadas, Stellantis ha mantenido la producción y el empleo gracias a su enfoque en la exportación.
Electrificación y competencia global
Elkann abordó el complejo escenario de la transición hacia la movilidad eléctrica, reconociendo que el alto costo de producción en Europa representa una desventaja competitiva frente a los fabricantes chinos. "El precio de la energía en Europa es cinco veces superior al de China, lo que impacta directamente en nuestra competitividad", afirmó.
El sector automovilístico europeo enfrenta una regulación ambiental estricta sin contar con el respaldo de una infraestructura adecuada para la movilidad eléctrica. Elkann enfatizó la necesidad de inversiones en tecnologías de bajas emisiones y de una política industrial que respalde la transición.
Compromiso con Italia
El presidente de Stellantis reafirmó su compromiso con el país, señalando que el grupo ha realizado inversiones por 53.000 millones de euros en Italia desde 2004. Entre sus planes más inmediatos, destacó la producción de nuevos modelos en diversas plantas italianas, incluyendo el Jeep Compass en Melfi, el Alfa Romeo Stelvio en Cassino y la nueva generación del Fiat 500 en Mirafiori.
Con su presentación ante el Parlamento, Elkann buscó disipar las dudas sobre el futuro de Stellantis en Italia, dejando claro que la empresa sigue comprometida con el desarrollo industrial y económico del país. "Espero que a partir de hoy el balance entre el país y la empresa ya no sea un tema divisivo, sino una oportunidad para continuar este camino virtuoso juntos", concluyó.