Joe Biden se enfundó una sudadera, se subió a una improvisada tarima creada con dos palés y agarró el megáfono: "Merecéis lo que habéis ganado y mucho más de lo que estáis cobrando". Los miembros del piquete del sindicato UAW en Detroit ovacionaron al presidente de Estados Unidos por su apoyo a la huelga histórica de la automoción en el país, con la que los trabajadores reclaman una subida del 40%.
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Joe Biden se convirtió en el primer presidente en activo de EEUU en unirse a un piquete sindical. Biden acudió a Detroit (Míchigan) invitado por el presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), Shawn Fain, en un clima de precampaña electoral. Después de Biden, Donald Trump también se desplazará al piquete para mostrar su apoyo a la lucha sindical.
Las empresas van "increíblemente bien"
"Vosotros salvastéis la industria de la automoción. Hicísteis un montón de sacrificios. Las empresas tenían problemas. Ahora les va increíblemente bien y, sabed que a vosotros también debería iros bien", dijo Joe Biden entre aplausos.
.@POTUS has arrived and is addressing striking UAW members. pic.twitter.com/zHPoCVchFb
— UAW (@UAW) September 26, 2023
"Wall Street no levantó este país. Lo hizo la clase media. Lo hicieron los sindicatos. Eso es un hecho. Continuemos. Merecéis lo que habéis ganado. mucho más de lo que cobráis", proclamó Joe Biden convertido en sindicalista durante un rato.
"Hoy el enemigo no es un país extranjero a miles de millas. Está justo aquí en nuestra propia zona. Es la avaricia corporativa", recalcó Shawn Fain, para quien la manera de derrotar esa avaricia es mantenerse unidos. "Los directivos creen que el futuro les pertenece. Pertenece a los trabajadores del automóvil. Nosotros hacemos el verdadero trabajo. Nosotros tenemos el poder", añadió el sindicalista.
Extensión de la huelga
UAW comenzó su parón el 15 de septiembre en una planta de cada uno de esos fabricantes y la semana pasada la amplió a otros 38 centros de producción de Stellantis y General Motors, ante la falta de avance en las negociaciones con estos últimos a diferencia de Ford.
"Cerraremos los centros de distribución de GM y Stellantis hasta que esas dos compañías recuperen el sentido y acudan a la mesa con una oferta seria", declaró la semana pasada un combativo Fain, cuyo sindicato representa a unos 400.000 trabajadores en Estados Unidos, de los que unos 145.000 forman parte de GM, Stellantis y Ford.
El sindicato reclama aumentos salariales de un 40 % distribuidos en los próximos cuatro años, la eliminación de las diferencias salariales entre los trabajadores de plantas de las mismas empresas, mayores garantías de seguridad laboral y recuperar las ayudas que tuvieron hasta 2009 para compensar el aumento del coste de la vida.
