Los modelos electrificados de la marca Jeep se dejarán de producir en China al anunciar el grupo Stellantis que disuelve el acuerdo que tenía con el fabricante chino GAC. La decisión provocará un impacto económico de casi 300 millones en el grupo que dirige Carlos Tavares y supone la importación de los modelos de Jeep para la venta en el mercado chino.
Stellantis ha justificado la medida porque no ha podido hacerse con una participación mayoritaria en la sociedad conjunta que tenía con GAC, por lo que ha optado por abandonar la 'joint venture'. El grupo automovilístico indicó que tiene intención de proceder con GAC a un parón "ordenado" de la producción de los Jeep y que contabilizará en sus cuentas del primer semestre de este año por ese motivo una depreciación de "unos 297 millones de euros".
Desacuerdo con el socio chino
Stellantis indicó que no ha podido progresar en el plan que había anunciado para disponer de una participación mayoritaria en la filial que fabrica los Jeep en China y señaló que va a concentrarse en la distribución de vehículos importados de la marca "con un enfoque de activos propios reducidos". Pretende reforzar su oferta de vehículos de esa marca en China con una gama de coches electrificados importados para responder la demanda de los consumidores en ese país.
Según reconoció, la empresa común GAC-Stellantis que se había creado en marzo de 2010 ha sido "deficitaria estos últimos años". En enero, Stellantis había manifestado su intención de aumentar su parte en esa filial del 50% al 75%, pero su socio negó que hubiera un acuerdo entre las partes para hacerlo.
Esta medida se ha anunciado poco después de que Stellantis comunicara un acuerdo con el grupo Dongfeng, su socio industrial de referencia en China, para que salga del capital del gigante mundial de la automoción. Dongfeng rescató a Peugeot de la insolvencia en 2014 con una inyección de capital acordada con el entonces grupo PSA, luego integrado en Stellantis junto con FCA.