El sector del automóvil español demostró en el primer trimestre de 2021 su capacidad de resiliencia y recuperación con uns datos a contracorriente. La industria de automoción y componentes incorporó a 27.300 empleados de enero a marzo, un 12% más en relación con el trimestre en el que empezó la pandemia de coronavirius.
La industria de fabricación de vehículos a motor, remolques y semirremolques contaba con una plantilla formada por 249.500 trabajadores, lo que supone una mejora del 12% respecto a las 222.200 personas de un año antes, según los datos de la EPA. El incremento tiene lugar a pesar de las complicaciones actuales que sufren los fabricantes de automóviles y componentes por una demanda todavía débil y por el impacto que está teniendo la escasez de microchips.
De este total, 197.300 empleados de este sector eran hombres, el 79% del total, mientras que el 21% restante correspondió a empleo femenino, con 52.200 efectivos.
Talleres y concesionarios, peor
Sin embargo, las empresas de venta y reparación de vehículos a motor y motocicletas sí están sufriendo todavía los embates de la caída de las ventas al haber destruido 8.300 puestos de trabajo en un año. El volumen de empleo trimestral fue de 324.300 personas, un 2,4% de disminución respecto a los 332.600 puestos de trabajo de un año antes.
El 85% del empleo de la distribución y reparación de vehículos en España estuvo copado por hombres hasta el pasado mes de marzo, con 275.700 personas, mientras que 15% restante correspondió a mujeres, con 44.500 trabajadoras.
En conjunto, la mejora de la industria y la caída en los puntos de venta y los talleres dio como resultado un volumen de empleo de 573.800 personas al finalizar marzo, lo que supone una subida del 3,4% en comparación con los datos del mismo período del año anterior, 19.000 trabajadores más.
137.500 empleos menos
En el conjunto de sectores económicos, la ocupación se redujo en 137.500 puestos de trabajo en los tres primeros meses del año (-0,7%), la mitad de lo que cayó en el mismo periodo de 2020 (-285.600), cuando la pandemia hizo aparición en el mundo. Este descenso de la ocupación es el menos acusado desde el primer trimestre de 2019, periodo en el que se destruyeron 93.400 empleos.
El paro bajó en 65.800 personas entre enero y marzo, lo que supone un 1,7% menos que en el trimestre anterior, registrando así su primer descenso en un primer trimestre desde el año 2015, cuando el desempleo disminuyó en 13.100 personas. Se trata además del mejor dato en un primer trimestre en 20 años, en concreto desde 2001, cuando se modificó la definición de paro.