La industria de automoción necesita elevar su mirada y ver más allá del día a día. Esa es la conclusión en la que han coincidido administraciones, empresas y los dirigentes de CCOO en una jornada organizada por el sindicato con el difícil objetivo de preparar el sector para la revolución de la movilidad sostenible. Las recetas para que la automoción no se estrelle incluyen consenso, pacto, visión estratégica, ayudas públicas al sector, planes industriales en las empresas y acciones para impulsar la reconversión sin perder tiempo.
La reconversión que están sufriendo ya algunas fábricas obliga a los sindicatos a replantear su estrategia y a dar prioridad a la negociación de los planes industriales para salvar las fábricas antes que a cuestiones tradicionales como salarios y organización del trabajo. "El convenio colectivo jugará un papel, pero no será el más importante porque habrá que negociar planes industriales y ver si los productos que se fabrican tienen futuro", ha asegurado Agustín Martín, secretario general de Industria de CCOO.
Nissan con "respiración asistida"
La implantación de los cambios "no es neutra y tiene una clara orientación ideológica del liberalismo", ha advertido Javier Pacheco, secretario general de CCOO de Cataluña, que ha defendido el papel de los sindicatos frente a esa transformación utilizando las herramientas de negociación colectiva que "no puede ser solo resistencialista". Las medidas tiene que ponerse en marcha proque "no se puede perder mucho tiempo". Mientras Seat está en su mejor momento, la otra (Nissan) está con "respiración asistida" pendiente de decisiones estratégicas. "El problema de Nissan se puede convertir en un problma de sector", ha alertado el sindicalista y trabajador de la planta de la Zona Franca.
El vicepresidente ejecutivo de Anfac, Mario Armero, ha calificado la actual situación como la "crisis de las incertidumbres" y ha advertido de que es necesario hacer autocrítica en el sector para prepararse para los retos del futuro. De entrada, el sector tiene que admitir que los coches crean problemas de emisiones y de congestiones de tráfico.
Sin embargo, la automoción se enfrenta a riesgos externos muy importantes como los aranceles de Donald Trump y el Brexit, que "afecta muchísimo a la producción" en unas fábricas que exportan el 85% de los vehículos ensamblados. Para salir adelante. la industria automovilística española y europea necesita tecnología y financiación mediante ayudas públicas a la innovación que sean eficientes y unificadas para facilitar el acceso a las compañías.
Mapa de riesgos en Cataluña
"No solo hay que hablar del regate corto, sino de la travesía a largo plazo", ha indicado Armero, que ha defendido una "regulación inteligente" que permita una transición justa hacia la descarbonización. Hasta 2040, España necesita unidad de mercado, un plan de apoyo verdadero a la electromovilidad y una senda de reducción de emisiones. El directivo ha pedido no caer en el catastrofismo sobre la industria, que está recibiendo unos 10.000 millones de inversión en los últimos años y ha planificado la producción de vehículos híbridos y eléctricos en España. "Con esta joya que es la industria del automóvil que muchos quieren llevarse no tenemos derecho a ser pesimistas", ha advertido.
Sin embargo, España necesita "estabilidad política" después de cuatro años perdidos en los que no se han puesto en marcha las reformas que otros países sí están aplicando.
La 'consellera' de Indústria de la Generalitat, Àngels Chacón, ha planteado la importancia de contar con un tejido de 'start-ups' innovadoras como el que existe en Cataluña como valor estratégico para ayudar al automóvil a encontrar el nuevo camino. En estos momentos, el sector necesita concertación social para buscar el rumbo compartido, para lo que la Generalitat está elaborando un mapa de riesgos y oportunidades en las empresas de automoción de la comunidad. "Queremos ser un sujeto en este contexto, pero tenemos que hacer los deberes", ha advertido Chacón. Entre los riesgos más elevados, Chacón ha citado la digitalización de las pymes industriales ya que si no de lleva a cabo "cerrarán muchísimas empresas". Sin embargo, Chacón ha admitie que la falta de un presupuesto de la Generalitat "limita" las acciones previstas en el Pacto por la Industria firmado con sindicatos y patronales.
El responsable de industria de CCOO ha reclamado que las administraciones se pongan a trabajar en serio porque el diagnóstico ya está hecho en múltiples mesas. "Es necesaria la pedagogía industrial para que la sociedad sepa que se tiene que movilizar no solo cuando cierra una empresa y no se puede seguir manteniendo que la industria está enfrentada al medio ambiente", ha indicado. A partir de la defensa de la industria por parte de la sociedad, las administraciones también tomarán medidas para ponerla a salvo y para que se adapte a los cambios.
Pymes en peligro
"Hay que saber cómo operamos no solo en las empresas que pueden tener problemas, sino en las que pueden tener oportunidades", ha destacado el dirigente sindical.
Para el presidente del Clúster de la Industria de Automoción de Cataluña, Josep Maria Vall, ha advertido de que el 75% de las empresas del sector, especialmente las más pequeñas, pueden peligrar en los próximos 10 años si no toman medidas para adaptarse al profundo cambio. Para salir adelante, las empresas tienen que hacer planes a más largo plazo y buscar aliados que complementen su actividad en nuevos negocios.
El director general de Industria, Galo Gutiérrez, ha planteado una herramienta para conseguir esa mirada estratégica a largo plazo: un pacto por la industria que trascienda las legislaturas y las visiones partidistas.
