El fabricante de motos eléctricas Silence se encuentra todavía digiriendo el duro golpe que supuso la destrucción por un incendio de su centro de preparación de baterías de Molins de Rei. La compañía ha recibido el apoyo del Gobierno con la visita del secretario general de Industria, Raül Blanco, que ha podido comprobar la devastación de las instalaciones productivas.
"El motivo de la visita es transmitir un claro mensaje de apoyo a Silence, a todo su equipo, a sus clientes y a sus proveedores. Silence tiene proyectos pioneros en movilidad eléctrica. Por tanto le vamos a dar todo nuestro apoyo para volver rápidamente a la normalidad y para que lleve a cabo esos proyectos de futuro estratégicos que conocemos. Esperemos que pronto podamos hablar de buenas noticias y dejar atrás este incidente", ha indicado Raül Blanco a través de la cuenta de Twitter de la Secretaría General de Industria.
Industria, inversor de Silence
El Ministerio de Industria, a través del organismo de apoyo a proyectos empresariales CDTI, es uno de los inversores de referencia de Silence junto a Repsol, Caixa Capital Risc, la empresa de la Generalitat Avança y la aseguradora MGS Seguros.
Raül Blanco ha efectuado una visita a la planta incendiada de Silence en Molins de Rei (Barcelona), junto al alcalde de la localidad, Xavier Paz, y la diputada provincial de Desarrollo Económico, Eva Menor, que han escuchado las explicaciones del fundador y consejero delegado de Silence, Carlos Sotelo.
El consejero delegado ha reconocido la gravedad que el siniestro ha tenido para la empresa, aunque se ha mostrado optimista en su recuperación y ha agradecido que Industria les haya dado "todas las facilidades" para ayudar la empresa a reponerse "cuanto antes". Ha aprovechado para agradecer la implicación de socios, trabajadores, clientes y proveedores que, entre otros, han ayudado a la recuperación de la empresa.
El incendio, que tuvo lugar el pasado 4 de noviembre, afectó a tres de las naves industriales de Silence, resultando dos de ellas completamente destruidas. En esas naves de preparaban las baterías y los equipos de control que posteriormente se instalan en las motos que se ensamblan, desde hace unos meses, en la nueva factoría de Sant Boi. Después del incendio, Silence indicó que había puesto en marcha un plan de contingencia para buscar alternativas al aprovisionamiento de las baterías apra reanudar la producción de motos eléctricas.