El sindicato IG Metall, junto con el comité de empresa de Volkswagen, ha presentado una propuesta para reducir los costes laborales de la compañía en Alemania en 1.500 millones de euros. El plan busca evitar el cierre de tres fábricas en el país, una medida que Volkswagen ha anunciado recientemente debido a la presión financiera y la creciente competencia en el mercado.
Principales medidas de la propuesta
La propuesta del sindicato incluye dos medidas clave que pretenden lograr la congelación salarial y una mayor flexibilidad de jornada:
-
Congelación salarial: Los aumentos salariales previstos para la industria metalúrgica y eléctrica, del 5,1% hasta 2026, no serían abonados directamente a los trabajadores. En su lugar, se transformaría en horas de trabajo que se transferirían a un fondo solidario que permitiría flexibilizar las jornadas laborales. Este mecanismo permitiría aumentar o reducir las horas de trabajo en función de la carga productiva, manteniendo el empleo.
-
Contribución de primas: Parte de las primas anuales de los empleados, incluido el consejo de dirección, también se incluirían en este fondo durante los años 2025 y 2026.
Según IG Metall, estas medidas garantizarían el mantenimiento de todas las plantas y ofrecerían mayor seguridad laboral a largo plazo para los 120.000 trabajadores que Volkswagen emplea en sus diez fábricas alemanas.
Tensión en las negociaciones
El jueves se celebrará una nueva ronda de negociaciones entre Volkswagen y los representantes sindicales. Sin embargo, el clima es tenso, ya que IG Metall ha advertido que, si Volkswagen insiste en el cierre de fábricas, podrían convocarse huelgas a partir de diciembre. Según Thorsten Gröger, líder de IG Metall en Baja Sajonia, "nos dirigimos hacia un conflicto laboral sin precedentes si la dirección mantiene sus planteamientos".
La primera reacción de la dirección de Volkswagen ha sido conciliadora al destacar que la propuesta de IG Metall van en la dirección adecuada de ajustar los costes laborales y la capacidad de producción. Sin embargo, está muy alejada de las pretensiones de la compañía que dirige Oliver Blume, que busca un recorte de costes laborales de 17.000 millones de euros en lugar de los 1.500 planteados por el sindicato. Unos días antes, el responsable de la negociación de la empresa planteó la alternativa de una rebaja salarial del 10% para toda la plantilla como forma de vitar los cierres.
Actualmente, las plantas alemanas de Volkswagen enfrentan el riesgo de cierre, con al menos tres fábricas potencialmente afectadas. Entre las diez instalaciones en Alemania, destacan las ubicadas en Wolfsburgo, Emden, Hannover y Zwickau, consideradas esenciales en la producción del gigante automovilístico.
Impacto en la industria
Esta propuesta de IG Metall de congelación salarial y flexibilización laboral refleja el desafío de Volkswagen para mantener su competitividad global frente a competidores en sectores como el de los vehículos eléctricos. Además, busca equilibrar la necesidad de ajustar costes operativos sin recurrir a despidos masivos o cierres de plantas, que podrían tener un fuerte impacto en las regiones con más implantación de Volkswagen, como su sede en Wolfsburg, en el Estado de Baja Sajonia.