Los sindicatos de Nissan han ganado la primera batalla en el pulso con la multinacional por el futuro de la fábrica de Barcelona. Esta vez, los trabajadores han puesto en marcha una estrategia sindical que ha conseguido paralizar la producción con el mínimo sacrificio posible.
La huelga de 120 empleados de la planta de estampación de Montcada i Reixac ha provocado la paralización de la producción de vehículos que había empezado en la fábrica de montaje de la Zona Franca de Barcelona debido a la falta de agunas piezas. La empresa ha podido producir algunas unidades de la 'pick up' Mercedes Clase X gracias al estoc disponible pero ha tenido que paralizar la línea de montaje al mediodía de este miércoles.
Aunque habia huelga convocada en todos los centros de trabajo de Nissan en Catauña, la estrategia sindical era que solo la secundaran los 120 empleados convocados para trabajar en Montcada. El efecto dominó del sistema de aprovisionamiento 'just in time' se ha convertido en una herramienta para paralizar todos los centros de Nissan al carecer de componentes esenciales.
Caja de resistencia
Los sindicatos han felicitado a la plantilla del centro de Montcada, cuya huelga indefinida ha sido decisiva. Los 120 empleados afectados por el paro y a los que se aplicará el correspondiente descuento de sueldo recibirán la aportación económica procedente de una caja de resistencia sufragada por toda la plantilla, según han explicado fuentes sindicales. El objetivo es que el desgaste de la huelga sea asumido entre todos.
Como consecuencia de la paralización de la producción, la empresa ha tenido que enviar a sus domicilios a los empleados de Barcelona que habian sido convocados y que habían acudido a sus puestos de trabajo. Aunque la compañía les ha aplicado un permiso retribuido, los sindicatos temen que la empresa vuelva a ponerlos dentro del ERTE que sigue disponible hasta final de mayo. Fuentes sindicales han advertido de que consideran ilegal esa posibilidad porque iría contra el derecho de huega al haber una convocatoria de paro indefinido.
Los sindicatos reclaman a la compañía que explique con claridad sus planes para la fábrica de Barcelona, en la que trabajan directamente unos 3.000 empleados pero de la que dependen 25.000 trabajadores contando los puestos indirectos e inducidos.
