La fábrica de Vigo de la firma de componentes de automóvil Borgwarner se prepara para una huelga indefinida. El comité de empresa ha anunciado movilizaciones contra un ERE para despedir a 103 empleados que plantea la dirección de la multinacional estadounidense.
El proveedor del automóvil alega las previsiones de descenso de las ventas de vehículos como causa para el recorte de plantilla, que los sindicatos que abra la puerta a una cascada en la industria auxiliar. Representantes del comité han advertido de que éste no es un problema exclusivo de Borgwarner sino el primero de los expedientes de regulación de empleo (ERE) extintivos que prevén que se producirán "en cascada" en las empresas de la automoción de Galicia en cuestión de meses.
El comité ha acusado a la dirección de Borgwarner de actuar de "mala fe" al plantear 103 despidos en la planta del barrio de Zamáns de Vigo alegando una previsión de caída de ventas asociada al "dramático" descenso de los volúmenes de producción de motores diésel, cuando hay abierto un proceso de negociación del convenio.
Consideran que el plan de despidos por causas productivas es incompatible con la vigencia del de causa de fuerza mayor, y así se lo intentarán transmitir a la ministra de Empleo, Yolanda Díaz, a través de miembros del partido Galicia En Común con los que esperan reunirse este miércoles.
Traslado de producción
Además del calendario de movilizaciones, los miembros del comité esperan celebrar una ronda de contactos con los partidos políticos, empezando por la líder del BNG y candidata a presidenta de la Xunta, Ana Pontón. También pretenden reunirse con representantes de la Xunta para pedir que no apruebe el ERE extintivo y solicitar que exija a la empresa contrapartidas en forma de mantenimiento de los puestos de trabajo por las ayudas concedidas para proyectos de investigación y programas de empleo.
Los proyectos de investigación, según el comité, no se traducen en producción en Galicia, ya que ésta se acaba trasladando a otros países como Portugal, China o México. El comité de empresa de Borgwarner, en el que están representados CIG, UGT, USO, SIT, CGT y CCOO, denuncia que la empresa intenta aprovechar "una situación coyuntural" de caída de ventas para reajustar su plantilla y condicionar la negociación del convenio, y, de paso, continuar con la deslocalización de actividades productivas a la planta de Viana do Castelo (Portugal).
Los miembros del comité temen, además, que estos 103 despidos puedan ser la antesala del cierre de la planta viguesa, que viene encadenando beneficios durante siete ejercicios seguidos, que fueron de 15 millones de euros en 2018 y calculan que de 12,4 millones de euros en 2019 a la espera de que las cuentas sean auditadas.
