A medida que se acerca la fecha final para el Brexit, llega la hora de la verdad en la que las multinacionales industriales tienen que retratarse. La posibilidad cada vez más cercana de que la salida del Reino Unido de la Unión Europea se produzca sin un acuerdo está provocando un goteo de cierres, despidos y desinversiones. La última empresa en lanzar un jarro de agua fría es Honda.
La multinacional japonesa planea el cierre de su factoría ubicada en la localidad británica de Swindon, en la que trabajan 3.500 personas. El cierre de la fábrica tendría lugar de forma progresiva hasta 2022, según una información publicada por Sky News. El anuncio oficial de la medida traumática está previsto para este martes.
Honda mantendría en el Reino Unido su sede central en Europa y el cuartel general de su equipo de Fórmula 1. La factoría de Honda produjo en 2018 un total de 160.676 vehículos, un 2,1% menos que en 2017, de los modelos Civic y CR-V. El turismo compacto Civic es el tercer vehículo fabricado en el Reino Unido más vendido en el mundo.
El Brexit ahuyenta a Ford, Nissan y Jaguar
El mazazo de Honda se suma a los anunciados por otros fabricantes automovilísticos. Ford advirtió hace unos días a la primera ministra británica, Theresa May, que dejará Gran Bretaña en el caso de que se consume un Brexit duro, lo que pondrá en peligro 13.000 empleos.
Además, Nissan anunció hace unas semanas su decisión de dar marcha atrás en su compromiso de producir la nueva generación del SUV X-Trail en el Reino Unido debido al clima de incertidumbre en el país. Por si eso fuera poco, Jaguar Land Rover recortó su plantilla en el país en 1.500 personas en 2018 y pevé otros 4.500 despidos, la mayoría en Reino Unido, en un plan de competitividad.
La industria de automoción británica cerró 2018 con el nivel de producción más bajo en cinco años al registrar un descenso del 9,1% y alcanzar 1,5 millones de vehículos. Sin embargo, lo peor es la caída de la inversión del sector en un 46,5%, hasta 588 millones de libras. La industria del automóvil emplea a 186.000 personas en Inglaterra.
