Los fabricantes de automóviles y proveedores de componentes celebran la flexibilización de los objetivos de reducción de CO2 en la Unión Europea, mientras que los grupos ecologistas la critican con dureza. Ahora, la industria de automoción apunta a una nueva demanda: prolongar la vida de los vehículos híbridos enchufables (PHEV) más allá de 2035, cuando entra en vigor el veto a la venta de vehículos de combustión.
A la espera de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, explique los detalles del plan para mejorar la competitividad del sector del automóvil, con el que ha mantenido un diálogo en el último mes, continúan los posicionamientos públicos y las negociaciones de última hora. La presidenta de la Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA), Hildegard Müller, señaló que los ajustes regulatorios de Bruselas van en la dirección correcta, pero que se requieren medidas adicionales. "Es necesario considerar una mayor apertura tecnológica, lo que incluye evaluar el papel de los PHEV más allá de 2035", subrayó. Además, exigió acelerar la revisión de las regulaciones de CO2 para turismos y vehículos comerciales antes de 2025.
Equilibrio entre sostenibildad y competitividad
Por su parte, Ola Källenius, presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) y de Mercedes, destacó la necesidad de un enfoque pragmático para garantizar que la transición hacia la movilidad de cero emisiones sea viable para la industria. "Nuestro objetivo es encontrar un equilibrio entre sostenibilidad y competitividad. El desafío clave es cómo planificar el periodo hasta 2035 con suficiente flexibilidad para que esta transición funcione", afirmó.
La Asociación Europea de Proveedores de Automoción (CLEPA) también se sumó a la petición de una mayor flexibilidad. Su presidente, Matthias Zink, advirtió que más de 3.000 empresas dependen de la continuidad de los PHEV y otras tecnologías alternativas. "Debemos garantizar un marco regulatorio que permita soluciones como los PHEV y los extensores de autonomía después de 2035", indicó.
Los híbridos enchufables, a la baja
En enero de 2025, las matriculaciones de vehículos eléctricos híbridos enchufables disminuyeron un 8,5%, hasta las 61.406 unidades. Esta disminución se debió principalmente a importantes reducciones en mercados clave como Bélgica (-66,6%) y Francia (-54%). Como resultado, los vehículos eléctricos híbridos enchufables representan ahora el 7,4% de las ventas totales de automóviles en la UE.
Las ventas de automóviles eléctricos nuevos crecieron un 34% hasta las 124.341 unidades, lo que representa una participación de mercado del 15%. En enero, las matriculaciones de vehículos híbridos no enchufables (HEV) aumentaron un 18,4% en la UE, con 290.014 unidades en el primer mes de 2025, lo que representa el 34,9% de la cuota de mercado de la UE.
Desde el sector del transporte de mercancías, Christian Levin, presidente del Consejo de Vehículos Comerciales de la ACEA y director general de Scania, alertó sobre la urgencia de abordar las barreras para la transición a camiones y autobuses de cero emisiones. "Nos quedan menos de cinco años para pasar del 2% al 35% de cuota de mercado sin que existan las condiciones necesarias. Se necesita un apoyo estructural mucho mayor para la infraestructura de carga y la paridad de costos", destacó.
La demanda, la clave de la transición
Los concesionarios agrupados en Faconauto considera que la flexibilización del calendario de las obligaciones de reducción de emisiones a la industria del automóvil "abre nuevas oportunidades para el automóvil en Europa y debe servir para cimentar un nuevo impulso para la industria y la distribución oficial, permitiendo que el sector opere al ritmo de sus posibilidades, sin renunciar a objetivos compartidos, pero evitando que el camino hacia ellos frene inversiones. De este modo, el sector podrá seguir siendo un sostén económico y social".
Faconauto valora positivamente que se vuelva a hacer referencia a la “neutralidad tecnológica” como principio para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones para 2035 pero indicó que "es necesario ver cómo se concreta de cara al ciudadano" porque "este cambio en la movilidad tiene que venir de abajo hacia arriba: ha de partir de los ciudadanos como los grandes impulsores de la demanda del vehículo bajo en emisiones. Esto implica que los Gobiernos europeos deben poner de su parte, actuar de manera coordinada y movilizar los recursos necesarios para ello".
Demandas del sector automovilístico europeo
Los fabricantes de vehículos y proveedores reiteraron su llamamiento a Bruselas para abordar las siguientes cuestiones de forma prioritaria:
- Aceleración de las revisiones de la normativa de CO2 para turismos, furgonetas y vehículos pesados antes de 2025, con un análisis detallado de las condiciones del sector.
- Medidas para fomentar la infraestructura y la demanda: aumentar los objetivos de la regulación AFIR, mejorar los incentivos fiscales y establecer programas específicos para estimular la adopción de vehículos pesados de cero emisiones.
- Mantenimiento de la neutralidad tecnológica: garantizar que Europa no dependa exclusivamente de la tecnología de baterías y permita alternativas como los PHEV, el hidrogeno y los combustibles sintéticos.
- Políticas comerciales equilibradas que protejan la cadena de suministro europea y mantengan la competitividad global.
Tensión entre ecologistas y la industria
Mientras el sector automovilístico aboga por mayor flexibilidad, los grupos ecologistas critican la medida. La Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E) considera que la propuesta "ralentiza el avance hacia los coches 100% libres de emisiones en 2035". Además, advierten que dar más tiempo a los fabricantes podría frenar la producción de modelos asequibles de vehículos eléctricos.
La organización de Consumidores Europeos (BEUC) también expresó su preocupación: "Esta decisión podría retrasar la transición y reducir la oferta de modelos eléctricos accesibles para los consumidores".
