El acuerdo alcanzado para el desembarco de Chery en la antigua fábrica de Nissan de la Zona Franca de Barcelona puede abrir la puerta a nuevas operaciones e inversiones con otros fabricantes chinos de vehículos, según indica Jordi Hereu, ministro de Industria y Turismo. Hereu confía en que el inicio de producción de Chery en Barcelona tenga un "efecto demostración" en el país asiático.
Según explica el ministro de Industria en una entrevista publicada en El Periódico de Catalunya, el "efecto demostración" del acuerdo entre Chery y Ebro para montar coches en la Zona Franca de Barcelona impulsará que otros fabricantes chinos se puedan instalar en España.
España. puerta para fabricantes chinos
"Chery es el primero y la reflexión que han hecho ellos la pueden hacer otros. Y sería razonable, porque esta es una gran puerta de entrada a Europa", afirma Jordi Hereu horas después de la presentación del acuerdo en un acto con presencia de directivos de Chery y Ebro y con el apadrinamiento de los presidentes del Gobierno central y de la Generalitat, Pedro Sánchez y Pere Aragonès, respectivamente.
"Es un proyecto (el de Chery) que tiene mucha ambición porque se plantea producir desde Barcelona para toda Europa. Se irán absorbiendo los 1.200 trabajadores y no nos podemos limitar a pensar que no habrá más crecimiento. Estoy seguro que es un proyecto que a medio y largo plazo irá creciendo", explica Jordi Hereu en la entrevista.
Aumento de las ventas de eléctricos
Más allá del acuerdo con Chery, el ministro de Industria se ha marcado como objetivo doblar la cuota de las ventas de vehículos eléctricos en España en la actual legislatura, para lo que ve como un factor clave la aprobación de nuevos programas de impulso de la demanda. El objetivo sería elevar la cuota de vehículos eléctricos en España, situada ahora por debajo del 5%, para llegar a la actual media europa de alrededor del 12%. Teniendo en cuenta también los híbridos enchufables, el porcentaje en España ronda el 12% frente al 22% en Europa.
"La movilidad eléctrica es un proceso irreversible", destaca Hereu, que añade que aunque "no habrá pasos atrás" es necesario que "en esa transición, entre industria, administraciones y la propia sociedad, hemos de hacer esfuerzos para impulsarla".
