La crisis del coronavirus ha costado al grupo Volkswagen un descenso de sus beneficios operativos del 76,9% en el primer trimestre. Y es solo el principio del impacto, que ha llevado al primer fabricante mundial de vehículos a dar marcha atrás en sus previsiones de beneficio para final de 2020 y a dejar esa casilla de las cuentas en blanco debido a la magnitud de la crisis y a la gran incertidumbre.
Volkswagen informó de que no podrá alcanzar los resultados que esperaba este año, y que la facturación bajó entre enero y marzo hasta 55.000 millones de euros (60.000 millones de euros en el mismo periodo de 2019). El resultado operativo se redujo en el primer trimestre hasta 900 millones de euros, un 76,9 % menos que un año antes, debido a las turbulencias de los precios de las materias primas y en los mercados de capital, que han reducido el valor de algunos derivados de materias primas y ha creado efectos negativos en las divisas por valor de 1.300 millones de euros. La rentabilidad operativa sobre las ventas se despomó hasta el 1,6 %. El grupo que dirige Herbert Diess tiene unos 17.800 millones de euros de liquidez en el área automovilística.
Vuelta al trabajo
La pandemia de COVID-19 ha tenido un efecto notable en el negocio del consorcio Volkswagen tras el cierre de los concesionarios. La caída de la demanda y los cuellos de botella en el suministro de componentes llevó al fabricante automovilístico a paralizar la producción en sus fábricas.
En China produce de nuevo desde hace semanas, y en Europa y América volverá a hacerlo a partir de la próxima semana. El consejero delegado de Volkswagen en China, Stephan Wöllenstein, dijo al semanario "Wirtschaftswoche" que ya producen en ese país entre un 70 y un 80 % de los automóviles que fabricaban antes de la paralización por la pandemia de coronavirus.
Wöllenstein prevé que las ventas bajarán en China en abril entre un 15 y un 20 % respecto al año pasado, cifras buenas si se tiene en cuenta que la caída de las ventas en febrero fue del 80 % y en marzo de más del 30 %.
Descensos en Porsche y Audi
Audi también ha retirado sus pronósticos para este año, después de que su beneficio operativo se desplomara en el primer trimestre hasta los 15 millones de euros (1.200 millones de euros hace un año). La marca de los cuatro anillos espera que una facturación de 12.500 millones de euros en el primer trimestre y un margen de rentabilidad operativa sobre las ventas del 0,1 %.
El productor de deportivos Porsche, que es una filial del grupo VW, también ha retirado sus pronósticos de beneficio neto después de que lo hiciera la matriz. El resultado de Porsche estará afectado por la caída del valor de su participación en VW.