La fábrica de Seat de Martorell está sufriendo ya los efectos colaterales de la guerra de Ucrania con la falta de motors para modelos híbridos y es posible que tenga que reducir la producción o incluso cerrar algunos días. Es la advertencia que ha lanzado el presidente de Seat, Wayne Griffiths, que también asegura que Martorell tiene, en cambio, ventaja en otros componentes que compra fuera de Ucrania.
"La guerra ya nos está afectando. Faltan motores para los híbridos enchufables, que estábamos vendiendo mucho con la marca Cupra como el Formentor, que gusta mucho en Alemania. Es posible que tengamos que parar la producción o reducir turnos, tenemos que ser muy flexibles", ha afirmado Griffits en una entrevista publicada por La Vanguardia.
De momento, la producción del nuevo modelo eléctrico Cupra Born se ha visto directamente afectada por el cierre durante varios días de la fábrica alemana de vehículos de baterías de Zwickau, junto con la de Dresde, por la falta de suministro de los mazos de cableado procedentes de Ucrania.
Riesgos y oportunidades para Martorell
Sin embargo, la planta catalana cuenta con la ventaja de que compra sus propios mazos de cableado en Marruecos. "Si nosotros tenemos cables y otras plantas tienen que parar porque no disponen de ellos (cableado) también podríamos tener más semiconductores a nuestro alcance. Podría ser una oportunidad", destaca el directivo.
El racionamiento de los chips supuso la pérdida de un 25% de las ventas del grupo Seat en 2021, algo que se suma a las dificultades sobrevenidas por la guerra entre Rusia y Ucrania, pero considera que "estas crisis son una oportunidad para acelerar los cambios". "Si pierdes un 25% de estos volúmenes, tienes un problema. Hemos ajustado costes, pero tampoco puedes recortar mucho porque piensas que las ventas van a volver", añade.
Las actuales crisis de suministro de componentes junto con los planes de electrificación de la fábrica de Martorell son, según Griffiths, una oportunidad de revisar los flujos de aprovisionamientos. "Por lo menos hay que analizarlo. Pero si cuesta el doble y te provoca pérdidas no será posible. Por eso, insisto en la necesidad de colaboración de los sindicatos y de los gobiernos", ha asegurado Griffiths.
A su juicio, "no se puede prescindir de producciones aquí solo por motivos de costes, sin valorar aspectos como la estabilidad política y económica. No tiene sentido que por ahorrar 5 euros en una pieza luego tengas que parar la fábrica y pierdas la venta de un coche que te da una facturación de 30.000. Que Europa sea tan dependiente de Asia con los semiconductores es una locura. Estos temas de la cadena de valor también se van a tener en cuenta en nuestro proyecto de transformación eléctrica. Aunque lo prioritario es ser competitivos, lo que significa ser flexibles".
Excedente de 2.800 empleados
El presidente de Seat y Cupra ha advertido que "el coche eléctrico implica menos trabajo, pero la alternativa es desaparecer", por lo que aboga por democratizar la electrificación. Griffiths ha insistido en que "mantener el actual 'statu quo' supondría desaparecer dentro de cinco o diez años". Ha argumentado que "hacer un coche eléctrico pequeño que gane dinero es muy difícil", y ha explicado que el coche de combustible cuenta con componentes que los eléctricos no tienen, por lo que implica un 30% menos de trabajo.
La compañía estima que tendrá un excedente de plantilla de 2.800 empleados por la electrificación, para lo que defiende "buscar soluciones conjuntamente con los sindicatos y también con el Gobierno y con la Generalitat".
"Hablar solo de que el coche eléctrico significa entre 2.500 y 2.800 empleos menos es frustrante, porque también significa el futuro", ha sostenido, y ha vinculado su inversión en España a que se abran las convocatorias del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del coche eléctrico.
Del nuevo convenio espera "flexibilidad para poder hacer la transición" y que ayude a formar el personal en coches eléctricos y, sobre la posibilidad de cerrar la planta de El Prat de Llobregat (Barcelona), ha insistido en que se va a hacer todo lo posible por mantenerla, en sus palabras.
Ha negado que Seat vaya a desaparecer, porque Cupra no la puede sustituir, a la vez que ha asegurado que "no es el momento" de que esta última entre en China, puesto que primero debe funcionar en Europa. Ha sostenido que se necesitan incentivos para un mayor uso en España del coche eléctrico e implementar más infraestructuras de recarga, puesto que "su porcentaje del mercado es muy inferior a la media europea".