La vieja y la nueva economía unidas. La empresa tecnológica Google acaba de anunciar el fichaje de un abanderado de la vieja industria. El gigante del buscador de internet y del software incorporará a su dirección a Alan Mulally, un ingeniero aeronáutico que reflotó Boeing y Ford, dos símbolos de la industria del mono azul, los motores y la grasa.
A partir del 9 de julio, Mulally formará parte del comité de auditoría de Google. "Alan aporta la riqueza de su experiencia demostrada en el liderazgo empresarial y la tecnología", dijo Larry Page, consejero delegado de Google, en un comunicado de la compañía. "Estoy muy contento de que Alan se haya sumando la junta directiva de Google".
"Me siento honrado de formar parte de la junta directiva de una empresa emblemática a nivel mundial que se dedica a la mejora de nuestras vidas", dijo Mulally. "Espero con interés trabajar junto con la dirección de Google y el equipo directivo para continuar ofreciendo su atractiva visión".
No es habitual que un gigante tecnológico como Google fiche a un exdirectivo de la vieja economía de 69 años. Son más frecuentes los trayectos a la inversa, de las tecnológicas a las empresas clásicas como Rosa García, que fue de Microsoft a Siemens para darle un toque más tech, o Amparo Moraleda de IBM a Iberdrola. Mulally había estrechado relaciones con Google en los últimos meses a raíz de las mejoras incorporadas por Ford en su sistema de conectividad Sync y la implantación del futuro sistema operativo Android Auto.
El hecho que su cometido sea la auditoría abre incógnitas sobre el objetivo que persigue Google. No parece que busque únicamente contar de forma simbólica con un directivo en fase previa de jubilación por su prestigio ganado en Boeing y por haber sacado de un profundo bache a Ford sin recurrir a las ayudas estatales en forma de créditos que sí utilizaron General Motors y Chrysler. Y si Mulally va a supervisar las cuentas de Google, ¿se debe quizá a que la firma tecnológica necesita más disciplina en sus finanzas?
