Seat afronta una encrucijada histórica con la electrificación de la fábrica de Martorell, que acaba de recibir un impulso con la aprobación del convenio colectivo. El presidente del comité de empresa y dirigente de UGT, Matías Carnero, ha firmado ya varios convenios, aunque para llegar a este nuevo acuerdo ha tenido que encajar muchas piezas en un puzzle que todavía no está completo. "El golpe duro en la automoción afectará menos a Seat con el convenio", asegura en una entrevista con Coche Global.
Una de las claves del convenio es la renuncia de una parte de la subida salarial en función de la inflación a cambio de que el grupo Volkswagen adjudique a Martorell la producción de un nuevo modelo eléctrico de mayor tamaño y margen de rentabilidad que el coche pequeño ya asignado. "Ojalá que no tengamos que cobrar esa parte porque querría decir que tenemos un problema muy serio", afirma Matías Carnero en referencia a la posibilidad de que Martorell no logre una nueva plataforma de un vehículo eléctrico mediano con la que conseguir una mayor carga de trabajo y más rentabilidad.
"La cláusula de revisión salarial es muy importante. No se pierde en ningún año, excepto en 2022, cuando una parte se repartirá en tablas durante los años siguientes y la otra parte se vincula a una segunda plataforma de vehículos eléctricos", explica el dirigente sindical y miembro del consejo de administración del grupo Volkswagen. "Queremos apostar -añade- por una segunda plataforma y porque los modelos León y Formentor en la versión eléctrica se hagan en Martorell y no en Alemania".
Subida salarial en Seat
El nuevo convenio prevé que si el IPC supera el 3% a final de 2022, la empresa abonará en las tablas salariales el 50% de la diferencia con la inflación real en cuatro pagos el 1 de enero de 2023, 2024, 2025 y 2026. El pago del otro 50% "estará condicionado a la adjudicación de la segunda plataforma eléctrica a la fábrica de Martorell", según el texto acordado. En caso de que no se asigne ese modelo adicional, el pago del 50% del exceso de la inflación más allá del 3% se retrasaría a enero de 2026.
La renuncia a esa parte de la subida, que puede ser sustancial teniendo en cuenta que la inflación se situó en junio en el 10,2%, forma parte de lo que el preacuerdo del convenio denomina como "paquete de competitividad", en el que se incluye también un plan para recortar la plantilla en 2.100 empleados mediante 1.300 prejubilaciones y amortizaciones de vacantes.
La no adjudicación de nuevos modelos eléctricos situaría a la planta de Martorell en una situación muy preocupante, según Matías Carnero. "Seat, con los tres modelos eléctricos que tiene asignados, aunque hagamos 600.000 equivalen a unos 350.000 de los actuales", advierte. La planta de Martorell tiene una capacidad para producir más de 500.000 coches de combustión.
La ofensiva de nuevos modelos de Cupra hasta alcanzar una gama de siete coches no resuelve el problema de Martorell. "De esos coches de Cupra solo se hace uno en Martorell", matiza Carnero. "Seat y el grupo se equivocan si no dejan un volumen no residual con marca Seat. El coche eléctrico no lo podrá comprar todo el mundo, no habrá poder adquisitivo para comprar coches eléctricos en la primera generación. ¿Por qué no tener un coche por debajo del valor del que pueden tener el de Volkswagen o Cupra, que será por encima de 25.000 euros? Ahí sí que puede encajar un modelo eléctrico de Seat".
"Estrategias de Alemania"
Para el presidente del comité de empresa, "la electrificación de Cupra ha sido una decisión del grupo, no de Seat. Igual que es una estrategia del grupo priorizar el Cupra Formentor porque da mayor rentabilidad frente a Seat Ibiza, Arona y León. Estas estrategias vienen de Alemania provocadas por la crisis de los semiconductores. Al final la financiación de la empresa penaliza los modelos de Seat y a favor del Formentor, que equivale a vender cuatro Ibiza".
Pero, al mismo tiempo, el sindicalista defiende que se alargue la vida de los modelos de combustión. "Seat tiene futuro y debe tener más posibilidad y autonomía de seguir fabricando coches de combustión más allá de 2025. Tenemos espacio para que el Arona siga fabricándose hasta 2035 y eso compensará la menor carga de trabajo de los eléctricos", plantea Matías Carnero.
Carnero muestra su satisfacción con el resultado de la votación en el referéndum entre afiliados de CCOO y UGT, que avaló el preacuerdo con el 72% de los votos. "Tomamos nota del toque de atención de los votos que no se han visto reflejados en el acuerdo de electrificación". Para el dirigente sindical, "es un convenio aceptable desde la coyuntura actual y desde el punto de vista de hacia donde vamos en Seat y Cupra".
Riesgos en la automoción española
Destaca que Seat se convertirá en la "primera y única empresa de automoción que aplica en tablas salariales el 6,5% de subida" a pesar de que partían de un 2021 con congelación al no tener convenio en vigor.
Matías Carnero recuerda, además, que todos los fabricantes de automóviles están firmando acuerdos para sentar las bases de la transición ecológica. "Cada empresa tiene su estrategia y sus planes, pero todas dan pasos en sacrificios para que los trabajadores se garanticen un futuro y que las siguientes generaciones no tengan problemas de empleo. Todo el que no haga pasos en ese sentido lo pasará verdaderamente mal porque el sector va a una reducción de miles de empleos por el paso de los coches de combustión a los eléctricos", advierte. "El sector va a cambiar y hay que contar lo que pasará por mucho que duela. Con el convenio garantizamos que el golpe duro en la automoción nos afecte lo menos posible".