El ‘senior advisor’ de Volvo Car España y presidente de Aniacam (la asociación de importadores de automóviles), Germán López Madrid, falleció la noche del sábado en un hospital de Navarra donde era tratado de una enfermedad contra la que luchó en los últimos años de su vida.
Los problemas de salud han tenido apartado en los últimos tiempos a un hombre que dedicó toda su vida a luchar por el sector de automoción español. En 1997 asumió la presidencia de Volvo Car en España, vinculándose así a la empresa de la familia ya que su padre, Germán López Castrillón, había sido un pionero importando estos vehículos suecos al entonces paupérrimo mercado español, lo que puso las bases del patrimonio familiar.
Humor y seriedad
López Madrid (Madrid, 1959) pasó de importador a máximo responsable de la filial española de Volvo e incluso a consejero de la matriz sueca. Su agresiva gestión le generó algunas enemistades, pero su sentido del humor y su seriedad profesional limaban las asperezas. López Madrid colocó a la pequeña Volvo cómo una de las marcas de referencia en el mercado español, incluso en los difíciles momentos que atravesó la compañía. hasta su compra por la china Geely en 2010.
Pero para este inquieto empresario una sola actividad era poco, así que retomando la iniciativa de su padre relanzó Aniacam, la asociación de importadores de automóviles y camiones, una organización de gran peso antes de la entrada de España en la UE por los aranceles que sufría este comercio. Prácticamente desaparecida en los años posteriores, López Madrid la utilizó como plataforma para defender ante las administraciones a unas empresas del sector de automoción que no se sentían representadas en foros más industriales que comerciales.
Vertebración del sector
López Madrid intentó sin descanso en los últimos años de su vida la vertebración del sector. Finalmente terminó convenciendo incluso a sus rivales y consiguió esa unión aunque supuso la práctica desaparición de Aniacam por la salida de los asociados de más peso.
Licenciado en Económicas y derecho por ICADE, era también vicepresidente de CEIM y miembro de la junta directiva de CEOE. Se había casado muy joven con Maria José (Choché) Gómez Rodulfo y tenía tres hijos, Germán, Gonzalo y Fátima. Su hermano Javier, implicado en varios casos de corrupción, como las tarjetas Black de Caja Madrid, y su estrecha relación con la familia de Urdangarín, habían sido unas sobras en sus últimos años.
En 2014, ya enfermo, dejó la presidencia de Volvo Car España pero siguió estrechamente vinculado a la marca y a la empresa como Senior Advisor. Amante del mar, la hípica, la música clásica y el arte, su trabajo también le permitió apoyar diferentes iniciativas en estos campos.
