La multinacional General Cable, que forma parte del grupo Prysmian, ha comunicado a los sindicatos el inicio de un ERE para cerrar dos fábricas históricas ubicadas en Cataluña en las que trabajan un total de 600 empleados. La compañía ha anunciado su intención de trasladar la producción y cesar la actividad en las plantas de Manlleu y Montcada i Reixac.
El anuncio de los expedientes de regulación de empleo (ERE) se produce después de que el grupo Prysmian comprara el gigante norteamericano General Cable en la primavera de 2018. La operación dio lugar a un gigante todavía más grande presente en más de 50 países con 112 plantas de fabricación y 30.000 empleados. Los negocios de la compañía incluyen la actividad tradicional del cableado para operadoras energéticas y de telecomunicaciones así como el suministro de componentes de electrónica al sector del automóvil.
El sindicato CCOO ha manifestado su "rechazo absoluto" a los dos ERE de cierre de dos de las seis plants que tiene el grupo en España, cinco en Cataluña y una en Cantabria. "No nos esperábamos una medida tan contundente como el cierre, al que nos vamos a oponer frontalmente", ha destacado José Antonio Hernández, secretario general de Industria de CCOO en Cataluña.
Larga trayectoria industrial
La planta de Manlleu es la de mayor tamaño de las dos afectadas por los cierres y, al igual que la de Montcada i Reixac, tienen una larga trayectoria industrial. Sin embargo, los recortes de plantilla aplicados en años anteriores han reducido la posibilidad de llevar a cabo prejubilaciones en los dos centros de trabajo, según ha advertido el dirigente sindical.
El sindicato atribuye el anuncio de cierre a la reestructuración interna del grupo después de la absorción de General Cable por parte de Prysmian más que a la evolución del mercado de cableado.
La comunicación de los dos ERE de General Cable se produce en un contexto de aumento de las regulaciones de empleo en la industria y, en especial, en la automoción durante 2019.
