La inauguración de una fábrica en el sector de la movilidad es, ahora, más noticia que hace años. Si esa planta se dedica a la producción de motos en Cataluña, como la fábrica que acaba de poner en marcha GasGas en Terrassa, es un hecho más noticiable todavía. El grupo austriaco KTM, que forma parte del holding Pierer Mobility, ha invertido seis millones de euros en las nuevas instalaciones de GasGas tras su rescate.
En la factoría trabajan 41 empleados con unos objetivos de producción de unas 3.000 motos de trial, que superarán las 5.000 en los ejercicios siguientes, según los planes que adelantó Coche Global cuando se iniciaron las obras. Estaba previsto que algunos de estos empleados fueran trabajadores recolocados de la antigua planta de GasGas en Salt, que quedó en manos de Torrot, propiedad del fondo Black Toro Capital.
Reconstruir el sector de la moto
La nueva planta de Terassa, que cuenta con 1.900 metros cuadrados, supone una pieza más en la reconstrucción del potente sector industrial de la moto de Cataluña, que quedó prácticamente desmantelado hace una década con los cierres de las grandes fábricas de Yamaha, Honda y Derbi.
La inversión del histórico fabricante de motos de trial ha contado con el apoyo público en forma de 500.000 euros desembolsados por la Generalitat. Con esta inversión, se evita el riesgo de deslocalización de la fábrica de GasGas a las instalaciones de KTM en Austria.
Proveedores locales
El presidente catalán, Pere Aragonès, ha indicado, en el acto de inauguración, que la nueva fábrica, que es la primera que el grupo Pierer Mobility abre fuera de Austria, supone uno de los "puntos de partida de una nueva etapa de reindustrialización de Catalunya". Ha destacado que el 70% de los proveedores de GasGas están ubicados en Cataluña, lo que demuestra la existencia de una red de empresas "capaces de competir al máximo nivel de calidad". Precisamente ese fue uno de los argumentos para convencer al grupo austriaco de mantener GasGas en Cataluña.
El embajador de Austria, Enno Drofenik, ha indicado que esta inversión es "una prueba de confianza por el nivel de la mano de obra y las infraestructuras de Cataluña". Para el alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, la inauguración de la planta "es una magnífica noticia para la ciudad y para Cataluña" y al mismo tiempo "garantía de futuro con raíces locales y también europeas".