Las negociaciones entre Honda y Nissan para una posible fusión han destapado el verdadero desencadenante del movimiento empresarial, concebido como una operación patriótica japonesa. Además de defenderse frente a la nuevos competidores fabricantes de coches eléctricos de China, la fusión es una maniobra estratégica para esquivar una posible compra de Nissan por parte de Foxconn, el gigante taiwanés fabricante del iPhone.
Según fuentes cercanas, Foxconn había mostrado interés en adquirir parte de Nissan, aprovechando la venta de títulos por parte de Renault, para acceder a su tecnología de vehículos eléctricos y reforzar sus planes de expansión en el sector de automoción. Sin embargo, la perspectiva de esta adquisición puso en alerta a Nissan y al Gobierno japonés, que ve en la fusión con Honda una oportunidad para consolidar la competitividad de la industria nacional y evitar la influencia extranjera en un sector estratégico.
Respaldo del Gobierno japonés
El ministro de Industria, Yoji Muto, no ha ocultado su apoyo a la posible unión entre Honda y Nissan. "Una fusión fortalecería la competitividad de Japón en el sector del automotor y mejoraría el valor corporativo de ambas compañías", declaró el ministro, calificando la alianza como un paso necesario ante los retos globales.
Presentación de la alianza de Nissan y Honda
La creación de un holding que combine los activos de ambas marcas no solo evitaría la compra por parte de Foxconn, sino que también daría lugar al tercer mayor fabricante automotriz del mundo por volumen de ventas, superado únicamente por Toyota y Volkswagen.
Una fusión acelerada por Foxconn
El interés de Foxconn se une a las crecientes dificultades de Nissan y Honda en China, donde las marcas locales están ganando terreno con vehículos eléctricos más asequibles. Las ventas de Nissan en el mercado chino han caído drásticamente, provocando una caída del 93,5 % en su beneficio neto semestral.
Ambas empresas, que han explorado colaboraciones en el pasado, han acelerado ahora sus negociaciones para formalizar una fusión que les permita enfrentar estos desafíos y garantizar su viabilidad a largo plazo.
Implicaciones para la industria japonesa
La unión entre Honda y Nissan crearía dos grandes bloques en la industria automotriz japonesa: por un lado, el nuevo conglomerado, y por otro, Toyota, líder mundial del sector. Esta reconfiguración también consolidaría la posición de Japón en un mercado global marcado por la transición hacia la electromovilidad y la competencia de nuevos actores como Foxconn.
Más allá de su impacto en Japón, la fusión tiene implicaciones internacionales. La decisión de Foxconn de pausar su interés en Nissan sugiere que el gigante taiwanés no descarta futuras adquisiciones en el sector automotriz, lo que podría intensificar la competencia en el desarrollo de vehículos eléctricos.
Por ahora, la fusión entre Honda y Nissan representa una apuesta estratégica para preservar la soberanía tecnológica y fortalecer la industria automotriz japonesa, mientras se posiciona como un actor clave en la transición global hacia la movilidad sostenible.
