Tal como había anunciado Ford, su negocio en Europa cerró 2018 con unas pérdidas importantes. La marca norteamericana registró unos números rojos de 398 millones de dólares (350 millones de euros) el año pasado en Europa que acabaron lastrando el resultado global del grupo.
En el último trimestre de 2018, Ford anotó unas pérdidas en Europa de 199 millones de dólares, lo que supuso un empeoramiento de 288 millones en relación con el resultado del mismo periodo de 2017. En el conjunto del año, las pérdidas de 398 millones de dólares supusieron un empeoramiento de 765 millones respecto a 2017.
Mejoras en fase de ejecución
La compañía atribuye el mal dato a los costes más elevados, a un descenso en las ventas en los mercados europeos, donde Ford es muy dependiente de un Reino Unido a la baja envuelto en el Brexit, y a otros factores como el desplome en un 50% de las matriculaciones de todas las marcas en Turquía.
"Ford ha entrado en 2019 con una visión clara, un plan sólido y ahora estamos en fase de ejecución", ha asegurado el presidente y consejero delegado de Ford, Jim Hackett, con motivo de la presentación de los resultados de la multinacional. La empresa se enfrenta a un panorama muy diferente en Estados Unidos, donde registro unas ganancias de 7.600 millones de dólares, y en el resto de sus mercados, donde cosechó pérdidas.