Henrik Fisker se presenta como un emprendedor visionario al estilo de Elon Musk. Fisker creó su propia marca de coches eléctricos siguiendo los pasos de Tesla. Sin embargo, Fisker sufre la falta de financiación, a diferencia de Tesla, que pudo aguantar muchos años con abultadas pérdidas. Henrik Fisker ha quemado el que podría ser el último cartucho para evitar la quiebra al fracasar la negociación con un gran fabricante automovilístico para un rescate.
Unos meses después del lanzamiento del primer modelo, el SUV eléctrico Fisker Ocean, la compañía del emprendedor prácticamente no vale nada bolsa. En 2021 alcanzó su cotización máxima de 28,50 dólares por acción con una capitalización bursátil de casi 16.000 millones. Ahora, Fisker vale menos de 50 millones al haber perdido un 99% de su valor con una cotización de 0,090 euros por acción.
Cotización suspendida
La autoridad bursátil de Estados Unidos suspendió la cotización de forma temporal ante el brusco desplome del 28% en un solo día, lo que supuso la puntilla para la otrora prometedora marca de la nueva movilidad eléctrica.
Tras la finalización sin acuerdo de las negociaciones con un fabricante para el que se había especulado con que fuera Nissan, ahora Fisker ha entrado en una cuenta atrás para buscar otras opciones estratégicas que incluyen reestructuraciones dentro o fuera de los tribunales y transacciones en los mercados de capitales. Ninguna opción es sencilla o fácil para Fisker, que hace una semana anunció que paraba la producción en la planta de Magna de Austria a la espera de aclarar su futuro. Sin embargo, la página web de Fisker sigue aparentando una absoluta normalidad frente a sus clientes.
La realidad en el 'backstage' de Fisker es muy diferente, tal como reconocía la empresa en un comunicado reservado. "Actualmente no tenemos suficientes reservas de efectivo ni fuentes de financiación suficientes para satisfacer todos los montos adeudados de los bonos de 2026 y de 2025 y, como resultado, tales eventos podrían tener un efecto material adverso en nuestro negocio, resultados de operaciones y situación financiera", indicó Fisker.
Fisker busca 150 millones
El objetivo prioritario de Fisker era recaudar hasta 150 millones de dólares en financiación mediante la venta de bonos convertibles. Las alarmas saltaron con el impago de 8,4 millones de dólares en intereses el pasado 15 de marzo. Magna fabricó unos 1.000 vehículos Fisker Ocean entre el 1 de febrero y el 15 de marzo y entregó unos 1.300 coches en 2024.
En el último trimestre de 2023, las pérdidas operativas de Fisker ascendieron a 103,5 millones de dólares con unos ingresos totales de 200,1 millones de dólares y unas entregas de 3.818 vehículos. Entre los puntos fuertes del Fisker Ocean se encuentra, además del diseño europeo, un precio ajustado (41.900 euros sin ayudas públicas), y una autonomía de 440 kilómetros hasta 630.
Sin embargo, las duras críticas publicadas en Estados Unidos por parte de algunos 'influencers' mediáticos han sembrado dudas sobre la calidad del único modelo de la marca, el Fisker Ocean, que fue presentado en varios salones y también en el Mobile World Congress de Barcelona.