Desde su domicilio en el que está recluido en Tokio, Carlos Ghosn ha sacado las palomitas para seguir minuto a minuto la fusión de Fiat y Renault. La operación planteada por Mike Manley, consejero delegado de Fiat Chrysler (FCA), podría ser producto de la estrategia y la ambición del depuesto presidente de la alianza Renault Nissan.
La posibilidad de crear un megagrupo de automoción que ocupe el primer puesto mundial con una amplia gama de vehículos que abarque desde la exclusiva y emblemática marca Ferrari hasta los coches 'low cost' rumanos de Dacia es un sueño que va mucho más allá de la intención de Carlos Ghosn que probablemente contribuyó a su defenestración.
Las palomitas de Carlos Ghosn
En la lógica de Carlos Ghosn que le llevó a enfrentarse con la cúpula de Nissan, la operación planteada tiene múltiples coincidencias y ventajas. Por un lado, aunque la fusión está planteada en un plano de igualdad, resulta evidente que el grupo francés Renault sale reforzado frente a la familia italiana de los Agnelli. Pero para reforzar esa hegemonía francesa, Renault necesita que Nissan y Mitsubishi entren en la operación y no se queden en un segundo plano como compañías participadas.
Precisamente, la operación planteada por los italianos ha dado nuevos argumentos a Renault y a su primer accionista, el Estado francés, para insistir en la conveniencia de que Nissan se integre en el grupo Renault. Ahora dependerá de la cúpula japonesa de Nissan aceptar formar parte con todas las de la ley del primer grupo automovilístico mundial a costa de ceder poder, o bien arriesgarse a quedarse como un satélite sin las ventajas de ser un socio. Carlos Ghosn ha encargado más palomitas mientras prepara su defensa.