Las empresas de la industria de automoción española han visto cómo los precios desbocados de la energía han ido disparando sus costes hasta eliminar los márgenes de beneficio. Aunque algunas industrias como la siderúrgica han optado por parar hasta que bajen los precios de la electricidad y del gas, otros proveedores del sector del automóvil han buscado una fórmula imaginativa: desplazar el trabajo a los fines de semana para aprovechar las tarifas valle.
Los clústeres de automoción autonómicos han exigido al Gobierno que tome medidas "inmediatas y eficaces" para corregir la subida "exponencial" de los precios de la energía, que está "destrozando" las cuentas de las empresas y, por lo tanto, del conjunto de la economía española. "Ya hay demasiadas empresas que han visto reducido o anulado su margen de beneficio, por lo que ahora mismo tenemos empresas que no obtienen ningún rendimiento de su actividad. De hecho, algunas de ellas han tenido que cambiar los turnos a fin de semana para intentar reducir el gasto en energía", han explicado.
Problema anterior a la guerra
Aunque el problema se ha agravado con la guerra de Ucrania, la escalada de precios energéticos se inició en 2021, cuando el precio medio de la energía subió de 36,96 euros por megavatio-hora (MWh) en 2020 a 111,93 euros/MWh de media el año pasado. En los últimos días, ha llegado a alcanzar los 700 euros/MWh en alguna hora del día.
Los clústeres que agrupan a buena parte de los proveedores y fabricantes de automoción han recordado que el sector es intensivo en el consumo energético, por lo que han subrayado que el coste de la energía representa un "factor crítico". Han solicitado que la estructura de precios del sector energético sea actualizada porque han considerado que el sistema es perjudicial para garantizar el futuro de las empresas españolas.
Los clústeres de automoción firmantes son ACAN (Navarra), AEI La Rioja (La Rioja), AVIA (Valencia), CAAR (Aragón), Ceaga (Galicia), CIAC (Cataluña), Facyl (Castilla y León) y GIRA (Cantabria). Estos ocho clústeres nacionales agrupan un total de 800 entidades del sector de la automoción, de las cuales 500 de ellas son pymes. El conjunto de entidades supera una facturación de 73.000 millones de euros y en empleo suman un total de 266.000 puestos de trabajo.
