La industria de automoción ha sido siempre un potente lobby que solía moverse bien por los despachos empresariales y de la Administración. Pero los tiempos cambian y se complican. El lobby de la automoción ha dado un paso al frente y ha optado por pasar al contraataque para contrarrestar las críticas e incluso la persecución por parte de algunos que sufre en los últimos años.
La Asociación de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) acaba de lanzar una campaña pública con el lema "Tú nos mueves" que remarca los valores sociales vinculados a los vehículos y la conexión profunda entre la industria de automoción y la sociedad en muchos aspectos, desde la aportación a la economía, al empleo así como la contribución a la transición ecológica.
“En Anfac tenemos claro que la transformación ya está en marcha. Somos nosotros, las empresas, los que trabajamos en dar las respuestas que el ciudadano demanda y necesita, en forma de nuevos vehículos más eficientes y seguros. Somos los que estamos movilizando al conjunto de la cadena de valor hacia este futuro”, asegura José Vicente de los Mozos, presidente de la patronal que agrupa a los fabricantes de vehículos, en la página web creada para difundir la campaña de cara a la opinión pública.
Campaña inédita
Mediante varias historias humanas, Anfac apela en un vídeo a la cara útil y socialmente responsable de los vehículos. "Todo nuestro trabajo por mejorar la seguridad, la sostenibilidad y la tecnología de la automoción de este país, ahora y en el futuro, lo hacemos por ti", indica Anfac.
Estamos ante una campaña inédita, posiblemente porque nunca hasta ahora fue necesaria. Los fabricantes responden a las críticas ecologistas destacando su compromiso social y sus fuertes inversiones en preparar los vehículos ecológicos en la transición en marcha. Quieren cambiar la imagen de que es un sector económico contaminante por la de unas empresas dispuestas a contribuir a mejorar la movilidad, aunque desde la premisa de lo mucho que hay en juego en términos de empleos y riqueza económica.
Esta campaña publicitaria emocional llega en un momento en el que los fabricantes de automóviles intentan pasar de una posición a remolque de las regulaciones para reducir el tráfico y las emisiones a otra en la que incluso presumen entre las marcas de diseñar la electrificación más rápida de su flota de modelos.
Más exigencia a la automoción
Pero la reacción de los fabricantes de automóviles llega, quizá, un poco tarde porque tiene por delante una gran montaña que escalar. Las propias empresas de automoción ven ya como algo inevitable una transición ecológica acelerada, tal como muestra el Barómetro Auto Mobility Trends de Coche Global y la consultora Metyis, según el cual se ha reducido la oposición de las empresas de movilidad a las medidas para disminuir las emisiones de gases y el tráfico en las grandes ciudades.
En los últimos años, ha crecido de forma sustancial la exigencia a la automoción a medida que se ven las graves consecuencias del cambio climático. Episodios como el 'dieselgate' se han convertido en combustible para esas críticas. Tal como recordaba José Antonio Bueno, socio fundador de Metyis, en la presentación de Auto Mobility Trends, "los fallos del sector han acelerado los cambios y lo han hecho poco creíble en algún momento".
No hay movilidad sin automoción
Además, se echa de menos un contraataque más coordinado que englobe a toda la cadena de valor de la automoción, desde los fabricantes de componentes a los concesionarios pasando por las marcas de automóviles. El ejemplo de Estados Unidos es interesante porque todo el sector se ha agrupado en un gran lobby denominado Alliance For Automotive Innovation con un propósito similar al que tiene Anfac con su campaña. Algo parecido sucede en Alemania, donde la patronal VDA agrupa a todas las empresas alrededor de de la automoción.
Los automóviles, y el conjunto de la automoción, son una parte esencial de nuestra historia y lo serán del futuro, aunque cambien la tecnología y los hábitos. Es momento de reivindicar esa automoción, tal como recordaba Sergio Piccione en un artículo en esta web, en el que criticaba la operación para enmascarar los automóviles dentro del saco de la movilidad. O, como recordaba el secretario general de Industria, Raül Blanco, "no hay 'mobility' sin 'industry'". O dicho de otra manera, no hay movilidad sin automoción.