La fabricantes de automóviles están dispuestos a apoyar unos objetivos más altos de reducción de CO2 para 2030 siempre que estén directamente vinculados a compromisos de los Estados miembros por aumentar la infraestructura correspondiente, como puntos de carga y estaciones de hidrógeno. Por ello plantean también la exigencia de objetivos vinculantes para ampliar la red de carga de vehículos eléctricos.
El presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) y director ejecutivo de BMW, Oliver Zipse, expuso que el año pasado casi uno de cada 10 automóviles matriculados en la UE era de carga eléctrica, “pero esta tendencia solo puede mantenerse si los Gobiernos comienzan a hacer inversiones equivalentes en infraestructura”, enfatizó.
Los directores ejecutivos de los principales fabricantes de vehículos de Europa acordaron esta posición durante una reciente reunión de la junta de la ACEA, que pedirá que la próxima revisión del Reglamento de CO2 para turismos y furgonetas se base en objetivos estrictos de despliegue de infraestructura en toda la UE, establecidos como parte de la revisión de la Ley de Infraestructura de Combustibles Alternativos (AFID).
ACEA explicó en un comunicado que esto significa que debería haber un vínculo entre el objetivo de CO2 y los objetivos nacionales vinculantes y exigibles para los puntos de recarga y las estaciones de servicio. Esta asociación detalló que se necesitarán al menos tres millones de puntos de recarga públicos para automóviles para cumplir el objetivo de reducción del 37,5 % de CO2 para 2030, que fue acordado en 2019. No obstante, hoy en día solo hay unos 225.000 puntos de recarga en funcionamiento en la UE, según los datos de la ACEA.
Nuevo marco legal
Zipse afirmó que se necesita utilizar todas las tecnologías de transmisión disponibles para reducir la huella de carbono de la flota de vehículos. En este sentido, añadió que para la adopción de vehículos eléctricos, la cantidad de puntos de carga y estaciones de hidrógeno que los Estados miembros se comprometen a implementar bajo AFID “determinará cuál es un objetivo realista de CO2 para 2030".
Además, la ACEA señaló que los Estados miembros de la UE deberían implementar un marco legal para el rápido despliegue de la infraestructura de carga privada en el hogar y en los lugares de trabajo. “Los fabricantes de automóviles siguen totalmente comprometidos con la movilidad sin emisiones de carbono”, aseguró Zipse, que subrayó que la industria automotriz está llevando al mercado la tecnología necesaria a un ritmo muy rápido.
Sin embargo, apuntó que esta labor no puede desarrollarse solo por una de las partes, por lo que su asociación cuenta con la Comisión para establecer el vínculo necesario entre los objetivos de la industria y los de los Estados miembros de la UE.
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