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Luca de Meo en el circuito de Montmeló con el equipo de F1 de Renault

Luca de Meo en el circuito de Montmeló con el equipo de F1 de Renault

Hay que extender la burbuja de la F1

La mascarilla de Luca de Meo en Montmeló y los PCR de Seat muestran el camino a seguir para proteger la actividad económica

Toni Fuentes

16.08.2020 02:16h

3 min

Luca de Meo ha vuelto a Barcelona. El consejero delegado de Renault se ha dejado ver en el circuito de Montmeló después de conseguir entrar en el restringido círculo de la Fórmula 1 y de superar las estrictas medidas de seguridad frente al coronavirus. Este año, la celebración de carreras es un pequeño milagro que tiene que ser emulado en el resto de actividades económicas.

En una semana, la organización de la F1 ha llevado a cabo más de 5.000 pruebas PCR entre todo el personal involucrado en los grandes premios como el de España, que tiene lugar en el Circuit de Barcelona-Catalunya. La burbuja creada para preservar la salud de un colectivo que se ha restringido al máximo parece que está dando buenos frutos. Cuando hay un contagio como el del piloto Sergio Pérez, se detecta a tiempo y se llevan cabo los rastreos necesarios para frenar la proliferación del virus. 

Una burbuja férrea

Luca de Meo ha tenido que pasar por el filtro de esas medidas de seguridad para poder entrar en un circuito sin público y con el acceso limitado a un reducido grupo de personas que ha dejado fuera a muchos de los habituales. En mayo de 2019, cuando nadie sospechaba de la llegada de la Covid-19, pude asistir al 'paddock' de Renault junto al director general de la compañía en España, Jean Pierre Mesic. La preocupación en ese momento eran los resultados mediocres del equipo de Renault en la F1. 

La visita del consejero delegado de Renault al territorio de Seat, su antigua marca, muestra que, a pesar de las restricciones, es posible desarrollar una actividad tan compleja como la de un GP con unas medidas eficaces y con disciplina por parte de todos, aunque el precio sea que tanto yo como otros muchos nos hemos quedado fuera del circuito este año. La comparación con las burbujas que se han aplicado en otros deportes dan la razón por ahora a la F1. En el caso del fútbol, el escándalo del Fuenlabrada por futbolistas contagiados que viajaron para jugar un partido es una señal clara de la necesidad de mantener la burbuja de forma férrea.

Tests poco masivos

Acciones como las que pondrá en marcha Seat con una nueva ronda de test PCR para sus 15.000 empleados van en la buena dirección de extender esas burbujas para intentar preservar la actividad y ahuyentar un nuevo confinamiento que sería mucho más destructivo por la debilidad del tejido económico y de los hogares.

Curiosamente, tanto en el caso de Seat como en el de la F1, se trata de dos iniciativas de empresas o corporaciones privadas de las que las administraciones deberían aprender. Solo hay que ver la situación actual en España y otros países en los que, de nuevo, proliferan los contagios, aunque una buena parte de ellos son casos asintomáticos cazados que antes no se detectaban.

Cuando la Generalitat de Cataluña monta carpas en la calle par que las cámaras capten lo que presenta como tests "masivos" con apenas unas miles de pruebas en ciudades del tamaño de Sabadell, Santa Coloma de Gramenet o Barcelona, tendría que estudiar antes los verdaderos test masivos que hace la F1 o Seat. Eso sí son medidas eficaces. 

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