La montaña rusa que vivió el automóvil en 2018 quedó reflejada también en el empleo del sector. Después de una primera parte de fuerte crecimiento de los puestos de trabajo, la automoción sufrió una fuerte caída de 7.900 ocupados en el segundo semestre del año pasado, según los datos de afiliación a la Seguridad Social recopilados por la web Coche Global.
Las distorsiones creadas en el mercado español y los principales destinos de las exportaciones de vehículos 'made in Spain' por el nuevo protocolo de emisiones WLTP y el desplome del diésel se dejaron notar en las fábricas con numerosos días de inactividad y expedientes de regulación temporal de empleo que aparecen en el mapa de los ajustes en la industria del automóvil de Coche Global. La producción su fue desacelerando hasta desplomarse en noviembre y entrar en terreno negativo en el periodo acumulado de 11 meses.
Como resultado de esa inestabilidad, el año 2018 acabó con 159.124 ocupados en el epígrafe de fabricación de vehículos de motor, que incluye las grandes plantas de ensamblaje y las de los proveedores, según los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social publicados por el Ministerio de Trabajo. El máximo anual se alcanzó en junio con 167.056 empleados, que empezaron a descender a partir de julio hasta finalizar en 159.124 en diciembre.
Último trimestre por debajo de 2017
La cifra de ocupados con la que se cerró 2018 es inferior a la de diciembre de 2017, cuando había unos 1.300 ocupados más. En el último trimestre, todos los meses de 2018 registraron un nivel de empleo por debajo del de 2017.
A pesar de la caída en la segunda mitad del año, los buenos datos registrados en el primer semestre permitieron que la media de ocupados acabara por encima de la de 2017, con 163.496 trabajadores de promedio en 2018 frente a 159.380 en el ejercicio anterior. La media de 2018 es el mejor resultado desde 2008, cuando había 166.385 ocupados.
Plantas al alza y a la baja
La situación en las fábricas fluctúa en función de las compañías. Además de los días de parada y los ERTE, algunas plantas han notado también el efecto de la maduración de los modelos que producen, como ha sucedido con las factorías de Renault de Palencia y Valladolid, que suprimieron un turno completo y la mitad, respectivamente. La planta de Seat de Martorell ha retrasado la creación de un tercer turno de trabajo en la línea de montaje del modelo León hasta septiembre próximo. En la fábrica de Nissan de Barcelona, un centenar de empleados han abandonado la empresa debido a la caída de producción.
Esos recortes conviven con aumentos de plantilla en marcha en otras factorías que están preparando la ampliación de la producción, como la de Opel en Zaragoza y la de Volkswagen en Navarra.
