Tesla ha dejado atrás las pérdidas después de más de 10 años acumulando números rojos y de un periodo especialmente delicado en el que la compañía estuvo al borde de la quiebra en varias ocasiones. Así lo ha admitido Elon Musk, el consejero delegado y principal accionista de Tesla tras comprar el incipiente fabricante de vehículos eléctricos poco después de su fundación. Musk ha desvelado algunos secretos de cómo consiguió salvar Tesla en esos momentos de apuro. El grupo Fiat, ahora dentro de Stellantis, tuvo mucho que ver en evitar que Tesla quebrara, según ha reconocido Elon Musk.
Los años delicados en los que Tesla se lo jugó todo fueron los del lanzamiento del Model 3, su primer modelo eléctrico dirigido a un público masivo tras los elitistas Model S y Model X. Musk ha agradecido, durante una intervención en un foro sobre tecnología celebrado en Italia, a John Elkann, presidente de Stellantis, el apoyo que Tesla recibió entre 2017 y 2019 de Comau, la división de robótica industrial del antiguo grupo Fiat Chrysler, ahora parte de Stellantis. Esa época fue, según el CEO de Tesla, "uno de los períodos más dolorosos" para la empresa debido a las grandes dificultades en la fábrica de Fremont (California) para alcanzar la velocidad de crucero y la calidad en la producción del Model 3.
Robots de Stellantis
En aquellos momentos, Elon Musk explicó en su día que llegó a instalarse de forma permanente durante días durmiendo allí incluso para solventar los múltiples problemas de producción, de ajustes de los procesos y de errores en los robots. Finalmente, Musk optó por dar marcha atrás a la robotización de algunos procesos al no conseguir los ajustes deseados y ser más eficiente el montaje y manipulado manual por parte de los operarios. Además. Musk supervisó la puesta en marcha en solo unos meses de una línea de montaje adicional situada en una carpa.
"John me ayudó mucho en ese período", dijo Musk, agregando que Tesla estuvo cerca de la bancarrota "media docena de veces". Comau es la empresa de robótica y procesos industriales de Stellantis que ha intervenido en las fábricas de Fiat, Chrysler, Maseratti y otras marcas.
Además delservicio de Comau, las relaciones entre Stellantis y Tesla también incluyen el pago de más de 300 millones del nuevo grupo a la marca de Elon Musk para beneficiarse de su crédito en emisiones de CO2, gracias al cual el fabricante que dirige Carlos Tavares esquivó la multa en 2020. De cara a 2021, Tavares ha anunciado que ya no será necesario recurrir al crédito de Tesla para reducir la media de emisiones de Stellantis.
Solución a la falta de chips
Elon Musk también se refirió al problema de la falta de microchips, que ha provocado parones en las fábricas de Tesla. Según el directivo, gracias a las nuevas plantas de semiconductores que están planificadas o en construcción, la escasez global de chips se podría resolver en 2022. "Hay muchas plantas de fabricación de chips que se están construyendo", dijo Musk. "Creo que tendremos una buena capacidad para suministrar chips el próximo año", agregó.
Tanto Musk como Elkann defendieron la generación de electricidad mediante centrales nucleares como alterantiva para reducir las emisiones de CO2. "Estoy sorprendido por un reciente alejamiento de algunos países de la energía nuclear, que es segura", dijo Musk.
